sábado, 20 de febrero de 2016

febrero 20, 2016
CALIFORNIA / CIUDAD DE MÉXICO, 20 de febrero.- Aunque seguramente muchos artistas pagarían gustosamente una pequeña fortuna para conocer la fórmula mágica que ha permitido a Carlos Santana construir una carrera tan sólida y prolífica, él está dispuesto a revelar ese secreto de manera gratuita porque resulta tan sencillo como evidente: no "llevarse a la boca" cualquier cosa que le pongan a uno delante, especialmente si es alcohol o drogas.

"Lo primero que debes recordar es que tienes que tener cuidado. Tienes que pensar mucho en qué te llevas a la boca. Porque esta es una carrera de fondo, es una maratón, una carrera preciosa y tienes que tener cuidado y controlar lo que haces. Tienes que tener muy presente el controlar tu cuerpo. No hablo de estar todo el tiempo encima de eso, me refiero a ser práctico: no beber hasta matarte o tomar drogas que te roben la claridad y el equilibrio", asegura el músico en una entrevista al suplemento tabloid! del periódico Gulf News.

La clave de la longeva trayectoria de Santana es precisamente que nunca se ha dejado arrastrar al estilo de vida repleto de excesos que han llevado muchos de sus compañeros de profesión y que, en algunos casos, les ha costado la carrera e incluso la vida.


"Para mí, todo depende de la claridad y el equilibrio. Muchos músicos no son disciplinados, eso es lo mismo que quemar una vela por los dos extremos y por el medio. Muchos músicos se 'queman' de esa misma forma. Gracias a Dios yo no tengo esa mentalidad destructiva".

Carlos Santana, el eximio guitarrista de rock (inolvidable su disco Supernatural), considerado entre los mejores 15 del mundo, según la revista estadounidense Rolling Stone, anclado en su propia tradición sonora, anuncia la salida de un disco que venera sus orígenes musicales.

El álbum Santana IV, proyecto dado a conocer por Sony Music en la víspera, reúne a la renombrada agrupación original de ‘70, con Carlos Santana (guitarra, voces), Gregg Rolie (teclados, voz principal), Neal Schon (guitarra, voces), Michael Carabello (percusiones) y Michael Shrieve (batería).

Por primera vez en 45 años, se juntan los miembros originales del destacado quinteto que en 1971 lanzara el aclamado Santana III.

Santana IV incluye 16 canciones completamente nuevas, escritas y producidas por la banda, que con su fuerte estallido de energía e inigualable talento musical, hizo que Santana se convirtiera en una fuerza pionera en el mundo de la música y un nombre reconocido globalmente.

Colaborando en el estudio con la agrupación original de Santana, se encuentran los miembros de la banda actual Karl Perazzo (percusiones) y Benny Rietveld (bajo), junto con el legendario vocalista Ronald Isley, quien participa en dos pista.

El origen de esta reunión se remonta varios años atrás, cuando Schon sugirió a Carlos Santana que ambos deberían grabar algo juntos. A Santana le agradó la idea, pero tuvo una incluso mejor, proponiendo que reclutaran a Rolie, Shrieve y Carabello para el proyecto que sería titulado Santana IV.

Después de las primeras sesiones de composición y ensayos, que tomaron lugar en 2013, el grupo grabó entre 2014 y 2015, logrando dar forma a 16 asombrosas pistas que combinan sus elementos característicos: ritmos afro-latinos, voces ascendientes, solos de guitarra estremecedores con estilo blues-psicodélico y un incontenible trabajo de percusiones.

“Fue mágico. No tuvimos que intentar forzar la vibra, fue inmenso. A partir de ahí, necesitábamos encontrar un balance de canciones e improvisaciones que la gente identificara inmediatamente como Santana”, dice el hijo dilecto de Autlán.

El sonido característico de la banda destaca con gran fuerza en la canción inicial “Yambu”, con un tono correctamente rasposo y un sentimental ritmo que se envuelve con el sonido del órgano B3 y el crunch de la guitarra galopante.

El primer sencillo “Anywhere You Want to Go” está destinado a instalarse entre los clásicos del músico de Jalisco. Escrita por Gregg Rolie, tiene reminiscencias del hit de Tito Puente, “Oye cómo va”.

Ronald Isley (The Isley Brothers) es un invitado especial en dos pistas, su voz resalta la febril y  apasionada canción de Latin-rock “Love Makes the World Go Round” y la funky “Freedom in Your Mind”.

“All Aboard” es un una canción instrumental de guitarra de primera clase, así como el seductor y sentimental metal de “Caminando”, el cual retumba con gran fuerza.

Además, el tema con estilo blues británico “Shake it”, muestra al guitarrista en su mejor forma.

“Carlos y yo nos sentimos más conectados que nunca”, dice Schon. “Somos súper agresivos cuando tocamos, pero también somos melódicos y poéticos. Tenemos un increíble diálogo entre nosotros a través de nuestras guitarras”.

Los temas recurrentes de Santana como el amor y la tolerancia son elementos comunes a lo largo de Santana IV, pero su forma más dramática se aprecia en el épico poema que cierra el álbum “Forgiveness”, un tema lánguido que roba el aliento con una hermosa atmósfera.

Los fans musicales que estén familiarizados con la portada del “león rugiendo” en el álbum debut de Santana de 1969 instantáneamente reconocerán el trabajo de Heather Griffin-Vine en la portada de Santana IV,  que presenta una nostalgiosa actualización de la icónica imagen.

“Realmente creo que la música va muy bien con la imagen y viceversa. Todo encaja hermosamente”, dice Carlos.

“Cuando puedes regresar y abrir nuevos caminos con alegría y determinación – y un poco de energía patea-traseros – te hace querer continuar. Creo que alcanzamos algo muy raro. Esta música estaba gritando por salir de nosotros. No fue algo que tenga que ver con nostalgia, fue algo acerca de pasión”, afirma el músico.

Creador de un sonido único con la guitarra, instrumento que aprendió a tocar a los 8 años, se dice de Carlos Santana que hace magia más que música y que su virtuosismo  es el pasaporte que lo mantiene en la patria sólo reservada a los genios de este arte y con el que ha ganado innumerables premios Grammy y llenado conciertos multitudinarios en todo el mundo.

Sin embargo, el nacido en Autlán, Jalisco, al oeste de México, el 20 de julio de 1947, ha tenido algo más que destreza en los dedos para permanecer en el gusto popular. Por lo pronto, es notable su fidelidad al sonido latino con que supo pintar el rock anglosajón y con el que irrumpió en forma vertiginosa en el Festival de Woodstock en 1969.

Piezas memorables como “Samba pa’ti”, “Mujer de magia negra” y “Oye cómo va” se quedaron grabadas para siempre en la memoria colectiva y lo convirtieron en prácticamente un héroe no sólo para sus compatriotas mexicanos, sino también para los millones de latinos en los Estados Unidos.

Lejos quedaron sus trabajos como lavaplatos y barrendero en una San Francisco de los 60, habitada por miles de latinos que iban en busca del sueño americano y a la que Carlos llegó con su familia, proveniente de Tijuana, en 1961.

Hoy vive en Los Ángeles. Tiene la ciudadanía estadounidense desde 1965 y en esa tierra nacieron los tres hijos que tuvo con su primera esposa desde 1973, Deborah King, quien le pidiera el divorcio en 2007.

Unos pocos años después, Carlos inició un romance con la baterista del músico estadounidense Lenny Kravitz, Cindy Blackman, nacida en 1959 en Ohio y con la que se casó en 2011.

En la plenitud sentimental, leal a su misticismo “ecléctico” como él mismo llama a ese conjunto de ideas que lo hace proclamarse ateo pero devoto de la virgen de Guadalupe, apolítico pero siempre cercano a las causas sociales y atento a las necesidades de los más pobres con su fundación benéfica “Milagro”

“Soy un hippie que siempre ha llevado con honor y por lo alto el nombre de mí país”, dijo en 2009.

Carlos Santana ha vendido más de 100 millones de álbumes y es miembro de El Salón de la Fama del Rock and Roll. Ha sido acreedor a 10 premios Grammy.

Suele declararse discípulo del guitarrista de Tijuana Javier Bátiz y del blusero estadounidense B.B.King, “aunque mí verdadero maestro ha sido siempre mi padre, José Santana”, según ha reconocido en múltiples entrevistas. (Showbiz / Mónica Maristain / Sin Embargo)