viernes, 19 de febrero de 2016

febrero 19, 2016
ROMA, Italia, 19 de febrero.- Umberto Eco murió. El mundo perdió a uno de sus hombres más importantes de la cultura contemporánea, y todos nosotros perdemos su visión del mundo. Tenía 84 años de edad, fue un escritor, filósofo, gran observador y experto en  comunicación y medios. La confirmación de la desaparición del autor de "El nombre de la rosa" y de "El péndulo de Foucault" se lo dio la familia l diario La Repubblica. La muerte se produjo a las 22:30 del viernes (hora de Italia) en su casa.

Nacido en Alessandria, Italia, el 5 de enero de 1932, Umberto Eco fue un semiólogo, filósofo y escritor prolífico. En 1988 fundó el Departamento de Comunicación de la Universidad de San Marino. Desde 2008 fue profesor emérito y presidente de la Escuela Superior de Humanidades de la Universidad de Bolonia.

El escritor y filósofo italiano Umberto Eco, autor de 'El nombre de la rosa', entre otras obras, ha fallecido en la noche de este viernes a los 84 años de edad en su propia habitación, según han confirmado fuentes familiares al diario italiano 'La Repubblica'. (ansa)

Umberto Eco escribió numerosos ensayos sobre estética medieval, lingüística y filosofía, así como novelas de éxito. Estas incluyen las ya mencionadas "El nombre de la rosa", lanzada en 1980 y rápidamente se convertida en un éxito internacional con 14 millones de copias vendidas y traducida a más de cien idiomas y "El péndulo de Foucault", en 1988. Desde el 12 de noviembre de 2010 fue miembro de la Accademia dei Lincei, para la clase de Ciencias morales, históricas y filosóficas.

Su último libro, publicado en 2015, el mismo día de su cumpleaños, fue "Número Zero". Un libro ambientado en 1992 en la Redacción de un periódico, con fuertes referencias a la historia política, periodística y jurídica.

Su última entrevista fue a La Repubblica el 24 de noviembre, cuando el escritor decidió con Sandro Veronesi, Hanif Kureishi y Tahar Ben Jelloun dejar de publicar para el gigante Mondadori y seguir a Elisabetta Sgarbi en una nueva aventura, la editorial "La nave di Teseo". Y esta nueva "aventura" de Umberto Eco, al conocer la noticia de su muerte, quiso despedir con un tuit a su "capitán". "El barco de Teseo saluda a su capitán. Gracias, Umberto."

"Quien no lee, a los 70 años habrá vivido una sola vida. Los lectores habrán vivido 5,000 años La lectura es una inmortalidad hacia atrás", decía.

Durante sus estudios universitarios sobre Tomás de Aquino, dejó de creer en Dios y abandonó permanentemente la Iglesia Católica; en una nota irónica, más tarde comentó: "Se puede decir que él, Tomás de Aquino, me ha curado milagrosamente de la fe."

Eco y las redes sociales. En años posteriores, el escritor también habló mucho de las redes sociales, afirmando que "dan derecho a hablar a legiones de imbéciles", iniciando así una fuerte controversia.

Con el nombre de la rosa, el escritor alcanzó el éxito internacional; Eco la consideraba su peor novela.

Año Cero. Un thriller sobre el mal periodismo, lleno de ironía y giros en la historia italiana - como la encuesta que, partiendo de la hipótesis de la existencia de dos Mussolini, quiere demostrar que el cadáver Loreto no era la de Duce - y de los misterios y las páginas oscuras de Gladio a P2, desde el asesinato del Papa Luciani a la CIA y los terroristas rojos. "El problema es que los documentos no están hechos para difundirlo para cubrir la noticia", se subraya en el libro.

"Número Zero" es un thriller sobre el mal periodismo, lleno de ironía y giros acerca de la historia italiana -partiendo de la hipótesis de la existencia de dos Mussolini, y que toca el asesinato del Papa Luciani la CIA y los terroristas.

Su último libro, "Pape Satan aleppe" será lanzado este año por la casa editorial de Elisabetta Sgarbi, La Nave di Teseo; recoge una selección de los escritos de Eco en L'Espresso desde el año 2000 relacionado con el tema de la sociedad líquida y sus síntomas: la caída de las ideologías, de los recuerdos, de la comunidad, el énfasis en la apariencia y la confusión de nuestro tiempo. (Claudio Gerino / La Repubblica)