viernes, 12 de febrero de 2016

febrero 12, 2016
MILWAUKEE, Wisconsin, 12 de febrero.- Los aspirantes demócratas a la presidencia del Gobierno estadounidense, Hillary Clinton y Bernie Sanders, reflejaron sus diferencias en materia migratoria en el primer debate televisado que mantuvieron los candidatos este jueves después de los resultados de las primarias de New Hampshire.

Tras los resultados de esas primarias, en las que Sanders se impuso por un amplio margen sobre Clinton, las próximas paradas para los demócratas son Nevada y Carolina del Sur, con gran presencia de minorías. La política migratoria centró el debate de los candidatos.

La aspirante demócrata subió el tono contra su rival y atacó insistentemente sus propuestas. "Yo voté a favor de una reforma migratoria integral cuando estaba en el Senado; el senador Sanders votó en contra", recriminó a su adversario la exsecretaria de Estado y exsenadora por Nueva York Hillary Clinton, quien, según las encuestas, goza de mayor popularidad que Sanders entre negros y latinos. 

El encontronazo más duro se produjo a costa de Barack Obama, cuyo gestión ha defendido con uñas y dientes durante toda la campaña la que fuera su secretaria de Estado. Obama sigue siendo muy popular entre los demócratas y, especialmente entre los negros, que son la llave para ganar en Carolina del Sur, donde se vota dentro de 15 días, poco después de Nevada. Nueve de cada 10 afroamericanos aprueba su gestión y, con ese dato en mente, Clinton abrazó sin fisuras el legado del primer presidente negro de Estados Unidos. No solo se presentó como la persona adecuada para preservarlo, sino que acusó al socialista de Vermont de criticarlo como si fuera un republicano. (Foto Morry Gash / AP)

El senador por Vermont respondió recordando que grandes organizaciones latinas también se opusieron entonces a la reforma porque no garantizaba las condiciones laborales de los inmigrantes y podía llevar a casos de explotación, y pidió la regularización de los 11 millones de indocumentados que se calcula que residen en EE UU.

Además, Sanders insistió en sus críticas a parte de las políticas migratorias del presidente Barack Obama, especialmente con las deportaciones de inmigrantes llevadas a cabo a principios de este año.

"Cuando vemos a gente huyendo de Honduras y países con tantos problemas de violencia en Centroamérica, no creo que los debamos echar", sentenció el senador, a lo que Clinton respondió que "hay que mandar el mensaje a las familias de Centroamérica de que no envíen a sus hijos a este viaje tan peligroso".

"No sé a quién estás mandando un mensaje. Estos son niños que huyen de la guerra", le afeó Sanders. El debate, celebrado en Milwaukee (Wisconsin) y organizado por la televisión pública PBS, volvió a sacar a relucir la cuestión de la financiación de las campañas políticas, y Clinton se desmarcó de los grupos de acción política (SuperPACs) formados por grandes donantes y que le dan apoyo.

"No puedo responder por ellos", aseguró, para inmediatamente negar que éstos puedan tener algún tipo de influencia política en caso de que llegue a la Presidencia.

"No insultemos a la inteligencia de la gente. ¿Por qué Wall Street, las farmacéuticas y las petroleras gastan millones de dólares en campañas? ¿Sólo por diversión?", le recriminó Sanders, quien financia su campaña sólo a partir de aportaciones ciudadanas, con una media de 27 dólares por donante.

Clinton también afeó a su rival después de que éste criticara la figura del presidente Barack Obama y que le tachase de "débil" y de una "decepción", al asegurar que se esperaba "esas palabras de un republicano pero no de una persona que se presenta por el Partido Demócrata".

Ante ello, Sanders le preguntó si había estado en desacuerdo con el presidente alguna vez, y detalló que un senador "tiene derecho" a estar en desacuerdo con el presidente "aunque haya hecho grandes cosas" y recordó que fue precisamente Clinton quien se presentó contra Obama en 2008. (EFE / El Periódico)