domingo, 10 de enero de 2016

enero 10, 2016
Eduardo Ibarra Aguirre / 11-I-16

Enrique Peña y su gobierno tienen razones sobradas para festejar la reaprehensión de Joaquín Guzmán, el capo más buscado en la aldea global y, según las palabras de éste, registradas en la revista Rolling Stone, es “el máximo distribuidor de narcóticos en el mundo y tener enormes flotas de aviones, barcos, camiones y hasta submarinos para lograrlo.”

Desgastado notablemente Peña Nieto por la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa que realmente son 42 y no tanto por los asesinados y heridos del 26-27 de septiembre de 2014 en Iguala, la Casa Blanca de Las Lomas de Angélica Rivera, su esposa, y en menor medida por la matanza castrense de presuntos delincuentes en Tlatlaya, estado de México, así como por la fuga del señor popular bajo el seudónimo de El Chapo que se disponía a invertir en la modernización energética de México, resulta comprensible que el mexiquense de Atlacomulco “brincara de gusto” en Palacio Nacional la tarde del viernes 8, al reconfirmar la consecución del objetivo criminal 98 de los 122 que se trazó, y de paso también la obtención del número 99 con la detención del jefe de escoltas de Joaquín Archivaldo, Iván Gastelum Ávila.

El presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, donde el viernes dio un mensaje a los medios (enlace) tras la captura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (a) "El Chapo". Flanquean a Peña Nieto el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el director de Comunicación Social, Eduardo Sánchez Hernández. Detrás, el General de División titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, y el secretario de la Marina Armada de México, Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz.

Lo explica bien el precoz jubilado y tamaulipeco de Tampico que encabeza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, “la fuga nos produjo mucho desprestigio, mala reputación y además críticas; ahora, cuando menos, este capítulo se cierra”. No es aventurado asegurar que tan importante es el hecho en sí mismo como mayor podría ser la capacidad política que muestre el grupo gobernante para capitalizar un suceso que ningún medio de la aldea dejó de ponderar, mientras aquí el antigobiernismo elemental conduce a la subestimación del suceso materializado en sólo 181 días.

Capítulo aún sin cierre mientras la extradición a Estados Unidos, que ya anuncia la procuradora Arely Gómez como su gran propósito, no sea una realidad y que, con independencia de lo que marquen las obligaciones legales, podría convertirse en el envío de un pésimo mensaje de incapacidad para mantener a Joaquín Guzmán en las rejas aztecas, y al contrario de lo que bien aseguró el maestro en administración de empresas, de no tener “las capacidades necesarias para hacer frente y superar a quienes amenazan la tranquilidad de las familias mexicanas”.

Tampoco pueden ignorarse las prácticas estadunidenses de negociar con los demonizados capos, las condiciones carcelarias y el acortamiento de las sentencias, a cambio de muy valiosa información que usa Washington para extorsionar al gobierno de México y a otros, así como para sus estrategias punitivas antinarcóticos en la aldea y de creciente tolerancia interna.

Faltan los reacomodos que generará la tercera detención del archimillonario hombre de Badiraguato, Sinaloa, en la guerra intestina de los mal llamados cárteles por plazas (vendidas varias veces a distintos grupos por autoridades) y mercados, y que por lo general es la ciudadanía la que se queda en medio y paga con vidas y sangre los costos de las estrategias punitivas de manufactura estadunidense.

Estrategias con las que, como adelanta Guzmán, “su negocio no ha sufrido en lo más mínimo sus ausencias, al estar en prisión” e incluso con la desintegración de su exitosísima trasnacional “el consumo de narcóticos a escala mundial no cambiaría”.

Los juicios son clarísimos y las revisiones de fondo, estructurales, obligadas.

Acuse de recibo

“Leyendo tu primera Utopía de este fabuloso 2016, donde tocas la figura de la México-estadunidense Nestora Salgado, es terrible. Nestora en un penal de máxima seguridad, primero, y ahora en un centro femenil en el DF por el delito de secuestro. Según la prensa en nuestro país y el extranjero, jurídicamente nada tendría que hacer en un penal. Ciertamente pareció por lo menos irreverente al gobierno organizar a su pueblo en la Policía Comunitaria para acabar con los delitos que asolaban a su querido Olinalá. Orillada a una huelga de hambre para hacerse escuchar, acaso como medida de presión, que atenta como bien dices contra la propia integridad física e intelectual de los ayunantes, y me atrevo a decir que a despojarse un poco de la dignidad de la cual Nestora bien podría ser un arquetipo. Un abrazo, amigo, te sigo leyendo, desde Xalapa, Veracruz, Nidia Sánchez”… Dice Beatriz Macín Lara “Mil gracias. Justo hoy (7-I-16) se cumplen diez años de su fallecimiento y estos últimos meses han sido de reflexión constante respecto a sus muchas enseñanzas. Nunca dejará de hacernos falta, nunca dejaremos de lamentar su partida. ¡Gracias Forum!” Ella es hija de Raúl Macín, el poeta, pastor, bohemio, editor, periodista, escritor y militante de los partidos Mexicano de los Trabajadores y Comunista Mexicano… “Con gran pena trasmito lo que me avisaron hace unos minutos: Falleció el camarada Gerardo Unzueta Lorenzana. Esta tarde le llevarán al velatorio de San Fernando. Marcos Leonel Posadas”

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