viernes, 8 de enero de 2016

enero 08, 2016
Carlos Loret de Mola Álvarez / Historias de reportero

No se supo porque fue un encuentro privado. No se dio a conocer ni se anunció en conferencia de prensa pero fue muy tensa, al borde del rompimiento, la más reciente reunión de trabajo entre las tres dependencias del gobierno federal mexicano que se encargan del caso Ayotzinapa y los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que realizan una investigación paralela.

Las dos partes se juntan con cierta regularidad para dar seguimiento a la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal rural Isidro Burgos.

En la de esta semana, del lado del gobierno federal mexicano asistieron Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación; Éber Omar Betanzos, subprocurador de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la Procuraduría General de la República; y Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería. Del lado de los expertos internacionales figuran el español Carlos Martín Beristáin, el chileno Francisco Cox, la guatemalteca Claudia Paz y Paz, y los colombianos Alejandro Valencia y Ángela María Buitrago.


En dicha reunión, el diálogo estuvo a punto de reventar, al grado que los expertos amagaron con levantarse de la mesa, lo que podría implicar su salida anticipada del país (el gobierno mexicano les ha ampliado pago y solicitud para quedarse hasta abril) y el consecuente escándalo nacional e internacional.

Los dos puntos que generaron esta crisis no son nuevos:

1.- El interrogatorio a los militares en servicio en Iguala la noche de la tragedia. Inicialmente, en Gobernación les habían dicho que sí, pero luego en el gabinete del presidente Peña Nieto cambiaron de opinión por diversas consideraciones jurídicas, de soberanía, de resistencia y hasta de estrategia política. La clave es que entre el “sí” tajante y el “no” definitivo hay mucho terreno, y ahí están tratando de encontrar un punto que satisfaga a ambos bandos. No parecen cerca de lograrlo.

2.- La definición de quiénes van a integrar el grupo de peritos de todo el mundo (dos mexicanos están candidateados también) para realizar un tercer estudio sobre si varios, quizá muchos de los estudiantes fueron quemados en el basurero de Cocula, Guerrero. La “verdad histórica” de la PGR concluye que sí, pero el análisis del ya famoso Dr. Torero que colaboró con el GIEI asegura que no. Así que acordaron hacer un tercer peritaje con varios expertos. Cada una de las partes propondrá nombres. Será interesante saber si son verdaderas autoridades en su materia con un prestigio propio que defender o simplemente peritos “a modo” de quien los propuso para hacer el trabajo.

El hilo está tenso. Por la verdad, ojalá no se rompa.

SACIAMORBOS

Unos piensan que sus contrapartes vinieron a derrocar al gobierno. Los otros, que tienen las manos manchadas con la sangre de un asesinato de Estado.