sábado, 23 de enero de 2016

enero 23, 2016
Fernando Novelo
Observatorio Facultad de Derecho-UADY.

A la Comunidad Universitaria de la UADY…
22 de enero de 2016

Las paradojas hacen tropezar al pensamiento lógico, sin embargo, hay algunas que por sublimes deben ser redimensionadas. Esto es lo primero que pasa por nuestra cabeza cuando presenciamos que un Contador y un Veterinario “abogan” por un Abogado de profesión. Es penoso para el sujeto de marras; lastimero para la Facultad de Derecho de la UADY; y preocupante para los estudiantes actuales y para los que pronto se matricularán.

Toma de protesta de Carlos Macedonio (foto: JMRM)

Efectivamente, como mencionamos en el escrito anterior (adjunto al final de este), el espectáculo fue casi soez para los que lo presenciaron, inaudito para los que lo escuchamos sólo en audio, e increíble para los que comparten información boca a oído con este Observatorio de la Facultad de Derecho.

El absoluto estado de orfandad e indefensión del recién nombrado Director de la Facultad de Derecho hace añorar a los capo di tutti capi que antaño (un antaño no inmediato) la dirigieron y que eran voz activa en la prensa, radio y televisión. Esos Directores y Abogados que a los estudiantes cautivaban con sus currículos y que nos hacían soñar con un día ser como ellos.

Pero ahora está la situación para llevarnos las manos a la cara y rogar porque este error sea solventado a la brevedad; para no darle lugar o espacio de tiempo a los daños irreparables que producirá el haber designado como “primero” a un excelente “tercero” (segundo no porque ahí se atiende lo rudo). El famoso principio de “Peter”:

El principio de Peter o principio de incompetencia de Peter, está basado en el «estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas», o lo que Laurence J. Peter denomina «hierachiology» («jerarquiología»). Afirma que las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad, a tal punto que llegan a un puesto en el que no pueden formular ni siquiera los objetivos de un trabajo, y alcanzan su máximo nivel de incompetencia. Este principio, formulado por el catedrático de ciencias de la educación de la Universidad del Sur de California en su libro The Peter Principle, de 1969, afirma que: En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse.

Abstraído, temeroso de tomar la palabra, incapaz de defenderse a sí mismo, aislado, solo, viendo las horas pasar en su oficina para correr a casa y buscar pretextos para no regresar. “Qué horror (sic)” como expresó una gran abogada y que resuelve en un frase el espectáculo.

Cuántas veces más habrá necesidad de este fallido espaldarazo, cuánto más aguantará la presión Carlitos Macedonio. Si no puede ser timonel en una mar en calma que le espera en una mar embravecida: ¿Que se lo vuelvan a llevar en ambulancia por estrés como ocurrió en la anterior Facultad? ¿Que lo sigan grabando mientras trata de hablar en público y le ganan los nervios hasta que estalla en llanto, no por la emoción contenida, sino porque le queda grande el paquete?

Mantenerlo ahí para no reconocer el error de haberlo designado Director es una maldad para él, para los docentes que representa, para los alumnos que se forman bajo su dirección y, un fraude para nuestra sociedad que espera abogados templados en el crisol de la Facultad de Derecho de la Máxima Casa de Estudios del Estado de Yucatán.

Anecdotario

El director no quiere estar más ahí… Nunca quiso (cuando se le dijo que él iba a serlo, se le tuvo que convencer de aceptar…)

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A la Comunidad Universitaria de la UADY...
18 de enero de 2016

Siempre resulta interesante adelantarse mentalmente a los actos de las personas en un ejercicio profesional o hasta con fines lúdicos. Es una habilidad desarrollada o innata que es muy útil a diversas profesiones y oficios y la vida diaria; y ni que decir en la abogacía y política.

¿A qué viene esto? la respuesta a esta pregunta retórica es la esperada “lavada de cara” que le darán el día de mañana 19 de enero de 2016 al nuevo Director de la Facultad de Derecho de la Uady, Mtro. Carlos Macedonio, por ni más ni menos que el mismísimo Rector de la Universidad (pues él lo designó), quien utilizará para esta “higienización” a manera de jabón, un estudio de ambiente laboral realizado en la Facultad de Derecho a finales del año pasado, y que fue elaborado, aplicado e interpretado para que resulte “a pedir de boca” de las necesidades derivadas de las tensiones internas y externas que obligaron a los tomadores de decisiones del Edificio Central a mandar efectuar el mencionado estudio de ambiente laboral.

Para continuar con la analogía de la lavada de cara, utilizaremos como agua la obligada, esperada y sobre-entendida “disciplina” de los abogados de contrato (como el 85%) que pueden ser despedidos si opinaran diferente; y la seguridad auto-recomendada para los de base que tienen una posición estable.

Este “rebautizo” exorcizante de los “hermanos separados” es una ceremonia que se efectuará en el recinto de la Facultad de derecho, a guisa de “pila”, y de la que emergerá renacido e impoluto que además inimputable Carlitos Macedonio. En fin.

Si te llegó este vaticinio mío (realmente es una obviedad), y si no quieres que te digan como al periodista Marcos Martínez Soriano: avísenme,…avísenme; no seas cruel y coméntale a los involucrados que ya los ventaneamos. ¿No?