lunes, 7 de diciembre de 2015

diciembre 07, 2015
Pedro Echeverría V.*

1. Una figura importante de la política yucateca, hasta hoy el político de mayor altura en la historia del estado, fue Víctor Cervera Pacheco. Fue dos veces gobernador, senador, diputado federal y local varias veces, secretario de la Reforma Agraria, líder nacional de la CNC, de organización del PRI nacional, presidente municipal de Mérida. Sólo lo puede igualar el mex-yuca Gamboa Patrón –que sin ser nunca gobierno- ha ocupado todos los cargos administrativos desde la secretaría particular del presidente De la Madrid. Los dos personajes extremadamente corruptos, han tenido sus representantes en el estado de Yucatán buscando dominar la gubernatura y la política local. Cervera nació en política en 1956 y a Gamboa apenas se le conoció en 1982.

2. Es importante Cervera, el caudillo autoritario del PRI, porque después de muerto sigue dominando a través de los gobernadores: su sobrina Ivonne Ortega (2007-13), el hijo de su mejor amigo, Zapata Bello (2013-19) y está en fila su hijo Felipe Cervera y otros de su equipo. Pero Víctor Cervera antes de ser gobernador en 1984 fue bloqueado por tres gobernadores: por Torres Mesías en 1970, por Loret de Mola en 1976 y por Luna Kan en 1982 con la consigna: “cualquiera, menos Cervera”. La realidad es que Cervera fue hijo político del gobernador Franco Aguilar quien asumió su cargo en 1958, al mismo momento en que Cervera tomó la presidencia de la Federación Estudiantil (FEY) y luego le fue entregada su primera diputación local en 1962.

3. El que lleva hoy una enorme ventaja sobre sus competidores (por los cargos ocupados durante el sexenio Peña Nietista y en anteriores), es Ramírez Marín, que nunca perteneció al cerverismo; pero dado que Peña en 1919 ya no estará en la Presidencia, no se vislumbra lo que pueda suceder. Aunque en política no se registran cambios profundos o de fondo porque los actores siempre se acomodan a las circunstancias, en la política yucateca se seguirá negociando en beneficio de los grandes empresarios y políticos que mejor controlan la situación. Si López Obrador –por esas cosas del “destino” al fin llegara a la Presidencia, no sabemos lo que sucedería durante un primer año de intensa agitación y vida política. ¿Cambiarían las cosas en Yucatán?

4. Los gobiernos en Yucatán se dedican a “tapar baches”, a encender luces de Navidad, porque su economía ha sido siempre muy pobre. Hubo algunos años, a fines del siglo XIX –cuando la producción henequenera en el Estado y la exportación de la fibra era muy grande, Yucatán y los hacendados tenían su propio sistema de ferrocarriles y el gobierno de Porfirio Díaz era muy fuerte- que se llegó a decir que Yucatán era uno de los estados más prósperos, ricos y que en exportación ocupaba el primero o segundo lugar en la República. Pero no se ilusionen: la miseria del pueblo yucateco era tan grande y sus famosas tiendas de raya de las haciendas, confirmaban que toda esa riqueza iba a parar en manos de unos 300 dueños de haciendas henequeneras que se les conoció como “los reyes de Yucatán”.

5. La Revolución Mexicana que impuso Salvador Alvarado a Yucatán en 1915, al liberar a los trabajadores del peonaje, de sus deudas y las tiendas de raya de las haciendas, así como que el henequén se comenzara a producir en África y algunos estados de la República rompiendo el monopolio productivo de Yucatán, provocó que se iniciara la caída en cantidad de la producción y venta de la fibra del henequén. Sin embargo todavía se mantuvieron 70 mil familias produciendo y viviendo de la producción hasta los años setenta, completando así una dependencia de 100 años. A partir de entonces en Yucatán se impondría la economía del turismo y del comercio, así como una mayor dependencia en los subsidios del gobierno federal.

6. Yucatán hoy es uno de los estados más pobres y miserables de la República Mexicana porque no se encontró una producción que sustituyera los 100 años de dependencia de la economía henequenera. Las 70 mil familias de por lo menos 50 municipios de lo que fue la zona henequenera -con 50 kilómetros alrededor de Mérida- se rompieron por falta de trabajo y dinero viéndose obligadas a buscar ocupación e ingresos en la ciudad de Mérida, la ciudad turística de Cancún o trasladarse como emigrante a los EEUU. Aquel mundo rural fue en parte abandonado; las poblaciones de Kanasín, Caucel, Umán, Cholul, Conkal y otras, se integraron al urbanismo convirtiéndose en “suburbios” de la capital.

7. Mérida, esa “Ciudad Blanca” que yo le llamo con fundamentos “ciudad de los blancos”, ha pasado de tener 142.8 mil habitantes en 1950, a 400.1 mil en 1980 a cerca de un millón en 2012, la mitad de los que cuenta el estado. La realidad es que Kanasín, Valladolid, Tizimín, Umán y Progreso, cada uno con alrededor de 70 mil habitantes, son pequeños comparados con la gran capital. Por ello muchos viejos meridanos no han dejado de añorar aquellos años cuarenta cuando Mérida tenía 96 mil habitantes de “las mejores familias”. ¿Qué gran ciudad no ha defendido ‘los grandes valores de su cultura’ contra los ‘extraños’ que rompen sus sueños”? Hoy el ejemplo de Europa, “defendiéndose” de la migración africana y asiática es un claro modelo de racismo.

8. La realidad es que todo el estado de Yucatán –del que se separó Campeche a mediados de del siglo XIX y Quintana Roo al finalizar el siglo- apenas llegaba al millón de habitantes en 1980; treinta años antes apenas sobre pasaba el medio millón cuando en el país se registraba casi 26 millones de pobladores. Por su menor población y por su baja producción económica, Yucatán fue poco importante en la política nacional. Sus gobernantes incuestionablemente fueron seleccionados por los presidentes de la República en turno, así como la secretaria de Hacienda y el ejército federal, completaban la dependencia y anulaban la soberanía del estado, como escribió González Casanova en su ya clásico libro “La democracia en México”.

9. En 1952 el presidente Alemán Valdez impuso como gobernador de Yucatán a Marentes Miranda y dos años después el presidente Ruiz Cortines lo quitó. Después todos los gobernadores del estado fueron impuestos por el presidente (usando intermediario) que terminaba su período. Así el gobernador Franco Aguilar impuesto en 1958 por el presidente Ruiz Cortines, Torres Mesías en 1964 por López Mateos, Loret de Mola en 1970 por Díaz Ordaz y así sucesivamente. Pero se dio el caso del gobernador Alpuche puesto por el presidente López Portillo y renunciado por De la Madrid, así como del gobernador Manzanilla designado por el presidente De la Madrid y hecho renunciar por el presidente Salinas. Se tuvo que cambiar una ley para “remediar la situación”.

10. Cervera gobernó Yucatán como interino cuatro años (1984-88) y como electo (1995-2001) Fue un político del PRI toda su vida, trabajaba hasta horas de la madrugada, saludaba a todos, los invitaba con insistencia a acercarse a él, pero luego los sometía con regaños y amenazas; así fue su política y personalidad durante 50 años con su numeroso equipo y sus amigos. Chocó luego con su sucesor Manzanilla Scháffer, pero mantuvo mucha influencia sobre la gobernadora interina Dulce Sauri (1991-94), aunque ésta conservó mucha independencia. El gobernador Federico Granja (1994-95), el del ajuste electoral que aceptó dos años de gobierno, no perteneció al cerverismo porque estaba más cerca de Luna Kan y Gamboa Patrón.

11. En tanto al interior de la legislación nacional lucen y han destacado parlamentarios inteligentes y valientes como Muñoz Ledo, Fernández Noroña, Layda Sansores, Manuel Bartlett, Alejandro Encinas y Dolores Padierna, con notables denuncias contra los gobiernos de la República, entre los legisladores yucatecos –en toda su historia- no ha habido ni un solo diputado o senador con una participación destacada. Pareciera que sólo acuden como legisladores de número para aprobar o rechazar según les ordenen sus partidos. Sólo se han escuchado en este nivel algunos discursos de Manzanilla en los setenta, de Sauri en los noventa y de Ramírez Marín estos meses. Las patadas bajo la mesa y los dimes y diretes, se dejan para Yucatán.

12. El aislamiento geográfico de Yucatán del centro de México (1,500 kilómetros del DF), su historia colonial, su no participación en las luchas de Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, lo acercaron más a los EEUU y Cuba del XIX y de la primera mitad del XX. Las relaciones directas, personales, de México y Yucatán sólo se abren con el avión en 1930, los ferrocarriles a finales de los cincuenta y las carreteras después. Ha sido muy lenta la integración de Yucatán a México, por ello “los yucatecos son yucatecos” con diferente formación, temperamento, cocina, música, bailes y gustos. ¿Cómo lograr una mayor participación en política nacional o mundial si sus intereses están en el estado y la región? Como ocurrencia: ¿Por qué en Yucatán predominó el béisbol sobre el fútbol?

13. Pero Yucatán –aunque se le ha criticado mucho su regionalismo, su aislamiento, su falta de integración a los problemas nacionales, por tanto mundiales, tiene una enorme sensibilidad hacia todos los seres humanos. Desde 1985 –incluso muchos años antes- a raíz del “desgraciado” sismo de septiembre que se registró en la ciudad de México, Yucatán ha abierto sus puertas a decenas de miles de familias del DF que han escogido al estado para vivir. Desde entonces es menos regionalista, con más visión nacional y más solidarios sus habitantes ante los problemas del mundo. Seguramente más temprano que tarde empezará a manifestarse masivamente ante los mil y un problemas que sufre el pueblo en conjunto. (7/XII/15)


alterar@gmail.com

* He escrito dos libros haciendo una cronología crítica de la política en Yucatán y sus gobiernos durante el siglo XX. La política en Yucatán en el siglo XX, (1900-1964) en 1985 y Prensa y poder en el neoliberalismo (Yucatán 1982-2001) en 2005.