lunes, 7 de diciembre de 2015

diciembre 07, 2015
MIAMI / CARACAS, 6 de diciembre.- Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, anunció el domingo que la alianza opositora venezolana obtuvo 99 diputados, mientras que el partido oficialista obtuvo 46 diputados.

Previo, los venezolanos esperaban ansiosamente los resultados de los comicios parlamentarios del domingo, con la oposición convencida que había propinado una devastadora derrota al régimen de Nicolás Maduro que las autoridades electorales no se atrevían a anunciar.

Al cierre de esta edición, las autoridades del chavista Consejo Nacional Electoral no habían anunciado aún los resultados de los comicios peses a los constantes llamados de los líderes de la oposición de que den a conocer los resultados que ellos ya manejaban.

(Ver cómo dan la noticia los periódicos venezolanos El Universal, Últimas Noticias.El Mundo, elvenezolanonews.com , El Propio y El Correo del Orinoco. )   

Según sondeos de boca de urnas realizados independientemente, la oposición habría obtenido entre 97 y 103 diputados de los 167 escaños que se encontraban en disputa, lo que les daría el control del poder legislativo por primera vez en más de una década.


Pero informes obtenidos por el Nuevo Herald de fuentes cercanas a la oposición revelearon que las actas recogidas mostraban una victoria de la oposición de más de 110 diputados, margen que le daría a los adversarios del régimen una super mayoría que les permitiría iniciar efectivamente el gradual desmantelamiento de la revolución bolivariana.

“Ganamos muchísimos, ganamos bien. Son momentos muy difíciles porque sabemos que ganamos pero el gobierno no quiere reconocer”, manifestó Lilian Tintori, esposa del encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, en un mensaje privado a amigos que terminó circulando en las redes sociales.

“Debemos decirles con sinceridad que hemos hecho historia”, añadió Freddy Guevara, coordinador del opositor partido Voluntad Popular, en un encuentro con periodistas.

“Nosotros ya sabemos el resultado […] el pueblo habló muy claro”, añadió.

De confirmarse una victoria superior a los 110 diputados, la oposición estaría en condiciones de iniciar un verdadero cambio en Venezuela, y contaría con suficiente para anular el control que el chavismo actualmente ejerce sobre el Tribunal Supremo de Justicia y sobre las autoridades lectorales.

Una victoria inferior a esa proporción, de entre 100 a 111 diputados, permitiría aprobar un voto de censura del vicepresidente y los ministros, lo que implicaría su destitución, además de aprobar leyes.

Y una victoria con una mayoría simple, de entre 84 y 99 diputados, le daría a la oposición el poder de aprobar leyes y modificar la manera en que venía administrando las arcas del Estado, pero no estaría en condiciones de representar mayores amenazas a la permanencia en el poder de Maduro.

Situación es distinta para el actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien tendría que abandonar su puesto bajo una mayoría de la oposición.

En cuanto a los agudos problemas que enfrentan los venezolanos –con la escasez de productos llegando a niveles sin precedentes, y un alto índice de criminalidad que convierte al país sudamericano en uno de los más peligrosos del mundo– es muy poco lo que una mayoría opositora en la Asamblea Nacional puede hacer, correspondiendo esas tareas al poder ejecutivo.

De hecho es muy poco el alivio que la Asamblea podría brindar a los venezolanos si la oposición solo logra consolidar una mayoría simple, explico Diego Moya-Ocampos, analista senior para las Americas de IHS Global Insight.

“Si la oposición logra asegurar una mayoría simple poco va a ocurrir desde el punto de vista de políticas publicas. Lo que se produciría bajo esa situación es una especie de parálisis porque la oposición con una mayoría simple no va a tener los votos necesarios para limitar el rol interventor del estado en la economía, no va a poder limitar la carga regulatoria, ni va a aliviar los controles de precios y los controles de cambio que están asfixiando al sector productivo”, dijo Moya desde Londres.

“Y el gobierno no tiene capital político para tomar las medidas económicas necesarias, un programa de ajuste necesario, porque eso tendría un impacto social”, señaló.

La elección, que había transcurrió sin mayores contratiempos durantes sus primeras horas, se vio ensombrecida a mediados de la tarde luego que la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) Tibisay Lucena anunciara su decisión de revocarles las credenciales de observador del ex presidente boliviano Jorge Quiroga.

Quiroga --quien meses atrás se había unido al coro de ex presidentes latinoamericanos advirtiendo sobre la falta de transparencia en los comicios venezolanos-- despertó la ira del oficialismo al recordar a las autoridades que debían cumplir con la normativa legal venezolana que exige el cierre de los centros de votación a las 6 de la tarde, salvo que hubiesen personas haciendo cola para votar.

El comentario terminó siendo intolerable para el régimen.

“Hemos decidido que al señor Quiroga se le suspende irrevocablemente la credencial que se le había otorgado en horas de la mañana”, anunció Lucena, poco antes de que el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, pidiera la expulsión del país de Quiroga y de otros ex gobernantes latinoamericanos invitados por la MUD.

El secretario General de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús “Chuo” Torrealba, dijo que la decisión de maltratar a los ex presidentes solo significa una cosa: “Están desesperados […] No les dan las cuentas”. (Antonio María Delgado / Nuevo Herald)