domingo, 22 de noviembre de 2015

noviembre 22, 2015
VENECIA, Italia, 22 de noviembre.- Valeria Solesin fue alcanzada por una de las primeras ráfagas disparadas por los terroristas en el Bataclan, en París, cuando estaba con su novio, Andrea Ravagnani, y murió desangrámdose en los brazos del chico. Es la reconstrucción proporcionada por su novio y amigos a la policía en Venecia.

Según lo escrito por Tribuna di Treviso, Valeria fue alcanzada por una sola bala de un Kalashnikov que le devastó parte de la cara, lo que la hizo morir desangrándose. Un tiro que no fue inmediatamente letal: la chica murió lentamente en los brazos de su novio, que, haciéndose pasar por muerto, estaba tratando de salvar, además de a sí mismo, a su novia. Así es como expiró Valeria en la masacre de Bataclan, de acuerdo con la reconstrucción surgida del examen post mortem realizado ayer por la tarde en el Ospedale dell' Angelo, en Mestre, por el profesor Massimo Montisci, de la Universidad de Padua, con el responsable del servicio de Medicina Forense de Mestre, Silvano Zancaner, por encargo de las procuradurías de Venecia y de Roma.

Valeria Solesin, de 28 años, veneciana, estudiaba un doctorado en Demografía en la Sorbona.

La bala, sigue Tribuna, fue disparada de arriba hacia abajo: el asesino estaba en un palco del teatro y miraba a los espectadores en platea. El proyectil alcanzó a Valeria en el lado izquierdo de la cara, en el área de los labios, la mandíbula izquierda y la nariz. Entonces la bala "bajó" al hombro y salió por la espalda, después de rerforar el pulmón izquierdo. Fue una muerte lenta, no instantánea. Valeria colapsaó, su novio Andrea la abrazó y juntos, los dos muchachos estaban presos en el teatro-matadero, donde los yihadistas del Estado Islámico (EI, IS o ISIS) estaban buscando a los vivos uno por uno, en medio de los cuerpos tendidos en el suelo, tropezando entre los cadáveres y heridos, para darles el tiro de gracia a los que posiblemente habían sobrevivido. Ella, agonizante, se mantuvo con vida unos quince minutos, tal vez media hora; él, tratando de proteger y salvar hasta lo último a su novia, fingió estar muerto. "Fue un tiempo interminable" admitió ayer a los investigadores. Tal vez incluso un par de horas o más, antes del operativo de las fuerzas policíacas, que se llevó a cabo alrededor de la medianoche. Dos horas pasaron desde que los terroristas entraron al Bataclan hasta que entraron los policías, luego los rescatistas y los primeros auxilios.


La cámara ardiente por Valeria está en el atrio de Ca'Farsetti, en Venecia, estára ahí hasta hasta mañana por la noche. Luego, el martes a las 11, los funerales en la Plaza de San Marcos. En las exequias debe participar también el presidente de la República, Sergio Mattarella.

Alberto Solesin, el padre de la chica, habló esta mañana en Ca'Farsetti ante el ataúd de su hija: "El martes -refiere el Mattino di Padova (Padua)- no será una ceremonia laica sino civil y todo el mundo puede participar, sólo deben quiotarse el sombrero. Luego añadió: "Las bendiciones las agradecemos mucho, también del imam. Creemos en los valores que no dividen a las personas".

Valeria Solesin fue la única víctima italiana el 13 de marzo. (Repubblica)