martes, 24 de noviembre de 2015

noviembre 24, 2015
WASHINGTON D.C., 24 de noviembre.- Si alguna vez estuvo claro que a Barack Obama no le interesa la política internacional, fue hoy. El presidente de Estados Unidos, que se reunió con su homólogo francés, François Hollande, en la Casa Blanca, llegó a hablar "del Daesh y del ISIL", cuando son dos nombres de la misma organización terrorista: el Estado Islámico (EI, IS, ISIS o Daesh).

Ambos celebraron un encuentro urgente en la Casa Blanca del que sólo salió una vaga declaración para "llevar a cabo una escalada" en Irak y Siria, según declaró Hollande, pero que dejó claro que tanto París como Washington están muy irritados con la decisión rusa de atacar a las "fuerzas moderadas" en Siria, en lugar de al IS, y de apoyar al dictador de ese país, Bachar Asad. "El hecho de que Hollande viaje a Washington antes que a Moscú indica que Rusia está fuera del 'núcleo' de la coalición contra el Estado Islámico", ha indicado a este periódico Gideon Rachman, columnista de política exterior del diario 'Financial Times' que la semana que viene está en España invitado por el Aspen Institute.

El presidente Barack Obama y su homólogo francés, François Hollande, dijeron este martes en Washington que Estados Unidos y Francia intensificarán la coordinación contra el Estado Islámico, pero evitaron revisar la actual estrategia en Siria e Irak y no dijeron en qué se concretará el refuerzo de la ofensiva militar. (AP)

El presidente galo descartó intervenir con tropas de tierra, al contrario que EEUU, que tiene unas decenas de soldados de las Fuerzas Especiales combatiendo al IS en Siria. Hollande dijo que Francia reforzará los bombardeos sobre las ciudades controladas por el IS.

Sí coincidieron en una cosa: las críticas a Rusia. En primer lugar, con respecto al derribo del avión de ataque Su-24 ruso. "Turquía tiene el derecho de defender su territorio y su espacio aéreo", dijo Obama, que dejó el incidente aéreo en la frontera de Siria y Turquía para el turno de preguntas. El presidente estadounidense también dio a entender que Washington no se quiere involucrar demasiado, al menos políticamente, cuando dejó claro que sólo hablará con el primer ministro turco Recep Tayipp Erdogan "en los próximos días". Tanto Obama como Hollande declararon que todavía no saben si el derribo del avión ruso se produjo sobre Siria o sobre Turquía, aunque, como dijo el francés, Ankara "está suministrando toda la información a la OTAN para que podamos saber qué pasó".

La segunda crítica a Rusia fue más profunda, porque Hollande y Obama declararon que la política de ese país en Siria es negativa para la lucha contra el IS y la pacificación de Siria. "Nosotros tenemos una coalición de más de 60 países; ellos tienen una colación de dos: Rusia e Irán", declaró Obama. Hasta ahora, la participación de Moscú en la guerra ha sido "tremendamente exitosa para reactivar la guerra civil en Siria". Una guerra civil que, según Obama, no tendrá una solución fácil. "Siria está rota. Empezó a romperse cuando Asad comenzó a asesinar a su propia gente", dijo.

El eje de la política de París y Londres es que Moscú debe "concentrar sus esfuerzos en combatir al Estado Islámico y en buscar una solución política en Siria", como declaró Hollande.

Pero, más allá de la celebración de la unidad, y de los dos presidentes llamándose al otro por el nombre de pila ('Barack' y 'François') las divergencias persistieron. De momento, Hollande puso parte de la responsabilidad de la situación en Siria en Turquía. El presidente galo insistió en que la UE debe trabajar con Turquía "para encontrar soluciones a la crisis de los refugiados, de modo que estos puedan permanecer cerca de su país", es decir, Siria.

Pero, además, Turquía debe "cerrar su frontera" al los extremistas que viajan desde Europa a combatir con los integristas. Unos integristas a los que Obama llamaba 'ISIS' e 'ISIL'-los nombres 'oficiosos' de la organización-, y entre los que recordó que también está Al Qaeda, mientras que Hollande empleó exclusivamente la palabra 'Daesh', que puede verse como un insulto en árabe.  (Pablo Pardo / El Mundo / El País)