viernes, 6 de noviembre de 2015

noviembre 06, 2015
Mari Tere Menéndez Monforte

MÉRIDA, Yucatán, 6 de noviembre.- Palacio de Gobierno, acaba de concluir el besamanos. Raúl Castro, presidente de Cuba; Enrique Peña Nieto, presidente de México, a Rolando Zapata Bello, gobernador  de Yucatán, no alcancé a verlo.

Reporteros fuera (nota pendiente) Muy posible, 90%, una visita de Raúl Castro a Mario Renato Menéndez Rodríguez, director de POR ESTO!, ya sea al periódico o a su casa. Esto garantizaría una promoción de la figura de Raúl Castro en varios números del periódico (Renato tiene un Retrato con Fidel, cuando eran jóvenes, hace muchos, muchos ayeres).

Foto de un 21 de marzo en un aniversario de Por Esto! De izquierda a derecha, Rolando Zapata Bello, gobernador  de Yucatán; ario Renato Menéndez Rodríguez, director de POR ESTO!, Alicia Figueroa González (lea usted esto y esto, está muy interesante) y Roberto Borge Angulo, gobernadore de Quintana Roo.
Conste que la que esto escribe no tiene nada contra la cubanía. No puedo, porque soy bisnieta de Rodolfo Menéndez de la Peña, el que se dio el lujo, siendo pobre, de regalarle una casa a José Martí. En reciprocidad, Martí escribió "La hija de un bueno" a la muerte de Libertad Menéndez Mena

Para darle crédito a Renato, cuya voluntad es manejada por quienes lo usan pero que sigue escribiendo con charme, reproduzco su bienvenida a Raúl Castro, publicada en el Por Esto! de ayer:

"Bienvenido, Presidente Raúl Castro Ruz"

POR ESTO! abraza con entusiasmo ésta que será su primera visita, enmarcada en las fecundas relaciones que ha mantenido con Yucatán el Presidente Raúl Castro Ruz, desde los días gloriosos de la Sierra Maestra con Fidel, Camilo, el Che y otros próceres de la Revolución Cubana. Como al amigo que durante años se estuvo extrañando, el presidente Castro Ruz ha llegado a esta ciudad donde el Apóstol José Martí, después de varias visitas escribió: “… Mérida es tierra de ojos negros y jazmines blancos: echa al mar playas de palmas como para recibir mejor a sus hermanos... ¡cuán generosa tierra la que nos muestra al llegar árboles patrios!”.

Queremos, igualmente, que el compañero Raúl sepa que lo recibimos con el mismo fervor que sintió Martí en su paso por estas tierras durante el siglo XIX, y deseamos que pueda palpar los mismos árboles patrios que hoy le ofrece el Gobernador Constitucional del Estado de Yucatán, Rolando Zapata Bello, un joven político a quien desde sus días de estudiante he oído expresar la profunda admiración y respeto que siente por la obra social, cultural, científica y deportiva alcanzada por la Revolución Cubana, sin dejar de reconocer las enormes dificultades provocadas por el bloqueo norteamericano. Hace apenas unos días en el ámbito del IV Festival de la Cultura Maya, con Cuba como país invitado, mientras se presentaba Chacmool: cuadernos de trabajo cubano-mexicanos, tomo X, nada menos que en la Benemérita Escuela Normal Rodolfo Menéndez de la Peña, el cubano de Yucatán por quien Martí sintió más afectos, recordábamos con tristeza los días erráticos de la política exterior mexicana encabezada por Vicente Fox y su canciller Jorge Castañeda, que llevaron a los niveles más bajos nuestras relaciones bilaterales, después de la histórica defensa que impulsó México ante la exclusión de Cuba de la OEA, en Punta del Este Uruguay, hacia el año de 1962. Por fortuna las cosas han ido cambiando en México, y se atiende mucho menos el sonar de las voces injerencistas, según el criterio de un ex parlamentario mexicano que tomaba parte en la presentación de Chacmool, cuya idea compartimos plenamente.

Por lo demás, con la admiración que merece su obra revolucionaria, invitamos al Presidente de Cuba a sentir el mismo abrazo que cobijó a Antonio Maceo cuando su endeble embarcación, durante el Plan Gómez-Maceo, era perseguida por un cañonero español y fue resguardado en el puerto de Progreso por Antonio Menéndez de la Peña, en tanto su hermano Rodolfo, valiéndose de su carisma y buenas relaciones, recolectaba fondos entre cubanos y yucatecos para salvaguardar la integridad del Titán de Bronce, enviándolo a Nueva York en un barco de pasajeros. Durante la gesta independentista del 95, numerosos yucatecos y miles de cubanos confinados en estas tierras, muchos de los cuales se negaron a regresar a su país por la taxativa de la Enmienda Platt, ofrecieron puntualmente su óbolo para la emancipación de Cuba. Sin embargo, no fue sino hasta 1959 cuando interpretando las directrices de José Martí, con Fidel en la vanguardia, consiguieron fundar “… el primer territorio libre de América”, como proclamaba una estación radiofónica que seguían con asiduidad las familias Menéndez, Betancourt, Urzaiz, Recio y otras tantas de procedencia antillana que enraizadas en Yucatán mantuvieron la esperanza que trajo consigo el triunfo de la Revolución Cubana.

Quizás en la actualidad la geopolítica no ha cambiado lo suficiente, y la correlación de fuerza continúa siendo en extremo compleja. Sin embargo, celebramos la restitución de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, si bien las sanciones del bloqueo impuestas unilateralmente por Norteamérica, sin el consenso de la mayoría de los países del mundo, siguen lacerando al pueblo cubano. Afortunadamente los vínculos con nuestro país han ido combinando y se espera la intensificación y elevación de las relaciones entre Cuba y México. Por eso celebramos que Yucatán haya sido elegido para el desarrollo de una agenda diplomática, seguramente más dinámica y actualizada, entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Raúl Castro Ruz.

Si nuestra historia sirve para intensificar la armonía en esta hora de procesos conciliatorios, y se valora el ejemplo del Gobierno de Yucatán al haberle dedicado a Cuba el IV Festival Internacional de la Cultura Maya, tratando de redimir a los mayas yucatecos vendidos como esclavos en la Mayor de las Antillas, o canjeados por caballos, seguramente la claridad de esta nueva agenda que será fijada por Cuba y México, tendrá tonalidades de concordia y respeto, como siempre han sido y deberán ser nuestras relaciones con los hermanos de Cuba. Bienvenido a México Presidente Raúl Castro Ruz, se le quiere bien.