viernes, 20 de noviembre de 2015

noviembre 20, 2015
MÉXICO, 20 de noviembre.- Para lo que resta de 2015 y hasta marzo de 2016, se pronostica un incremento de lluvias en México, con más de lo habitual en el norte y la Península de Yucatán. En contraste, se prevé un déficit en el sur de Veracruz y el suroeste de San Luis Potosí, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), durante el V Encuentro de Servicios Climáticos y el XXIX Foro de Perspectivas Climáticas en la República Mexicana.


Asimismo, se pronostican temperaturas mínimas promedio mensuales menores a 10 grados Celsius en el norte, el noreste, la mesa del norte y regiones del centro del país, y mínimas promedio mensuales menores a 0 grados Celsius en regiones altas del eje neovolcánico, las zonas altas del sur y en la sierra madre occidental.

En la Primera Versión Completa de la temporada de Frentes Fríos en México, que abarca de septiembre de 2015 a mayo de 2016, los estudios climatológicos indican que podría haber 60 sistemas frontales, cifra mayor al promedio de 2012 a 2014, que es de 51. De noviembre de 2015 a febrero de 2016 se prevén 33 frentes fríos, cantidad mayor al promedio, que es de 28 sistemas. Hasta el 18 de noviembre se registraron 13 sistemas frontales.

Las previsiones son resultado del consenso entre el grupo técnico formado por representantes del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, la Comisión Federal de Electricidad, Agroasemex, SA. y la Coordinación General del Servicio Meteorológico Nacional. 

En el encuentro, Arthur V. Douglas, profesor emérito de la Universidad de Creighton, Nebraska, impartió la conferencia “El Niño 2015-2016 y el clima global”, donde se concluyó que este evento en su fase intensa es uno de los moduladores del clima para el próximo invierno. Además, se analizaron los Predictores y Oscilaciones Climáticas y se compararon los eventos de El Niño 1982-1983, 1997-1998 y 2015-2016, considerados los episodios más intensos de los registrados.

Los especialistas del SMN realizaron una evaluación de la Perspectiva Climática de mayo a octubre de 2015, que indica que en ese periodo se acumularon 634.3 milímetros (mm) de lluvia, es decir, 9.2 mm menos que los registros a nivel nacional desde 1941 o 1.4% menos de lo habitual.

En el último semestre hubo un contraste en las lluvias a nivel nacional. Por ejemplo, julio y agosto ocupan la décima posición entre los meses más secos y septiembre es el trigésimo más seco de todos los septiembres. En tanto, mayo tiene el noveno lugar entre los más húmedos; junio, el vigésimo segundo y octubre, el cuarto, estos últimos aportaron la mayor cantidad de lluvia.

También se abordó la Implementación de Métodos de Verificación de la Predicción Climática y se hizo un recuento de los eventos meteorológicos que afectaron a México recientemente, como Patricia, considerado el más intenso de la historia. 

Hasta el momento, se han registrado 33 ciclones tropicales, de los cuales 12 ocurrieron en el Océano Atlántico y 21 en el Pacífico Nororiental. De estos, 4 impactaron a México, todos provenientes del Pacífico: las tormentas tropicales Blanca, el 8 de junio, en Baja California Sur, y Carlos, el 17 de junio en Jalisco, así como la Depresión Tropical 16-E que impactó el 21 de septiembre en Punta Abreojos, Baja California Sur, y 12 horas después en Bahía Kino, Sonora. El huracán más intenso fue Patricia, categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con núcleo muy compacto y que entró a tierra el 23 de octubre en la costa sur de Jalisco, con vientos superiores a 305 kilómetros por hora.

Los expertos coincidieron en que es fundamental fortalecer la cooperación nacional e internacional para lograr pronósticos climáticos cada vez más acertados y con aplicaciones en los sectores salud, agrícola, protección civil y medio ambiente, entre otros. Asimismo, señalaron que se trabaja en la generación de información más útil y oportuna que fortalezca la implementación de estrategias de Protección Civil dirigidas a salvaguardar la vida y el patrimonio de la población, y a contribuir a que los sectores productivos y económicos estén en mejores condiciones para afrontar los fenómenos climáticos. (Boletín)