lunes, 2 de noviembre de 2015

noviembre 02, 2015
"El grito silencioso" (1967), novela del escritor japonés Kenzaburō Ōe, es una definición del suicidio. El primero es el del amigo de Mitsu, el hermano tuerto de Taka.

Los japoneses tienen una alta tasa de suicidios. A. Alvarez ("The Savage God, a Study on Suicide", 1970) no podía conocer la obra de Kenzaburō Ōe, no había traducciones suyaas en Occidente en esa época.

El libro, donde la voz al control es la de Mitsu, menciona a un niño con retraso (leitmotiv en las obras de K.O., cuyo hijo Hikari, con capacidad limitada, nació en 1963).


Los hermanos van a la aldea de su infancia para vender el almacén de su propiedad al "Emperador de los Supermercados", de donde surge toda una trama de peripecias. Entre ellas, Natsumichan comete adulterio con su cuñado.

Al aproximarse al desenlace, Taka relata a Mitsu por qué la hermana de ambos se suicidó. Luego, Taka mismo prepara una escopeta para dispararse en la cara.

Natsumichan revela a su esposo que está embarazada de Taka. Mientras revela su estado, la casa familiar de los hermanos es derruida. Experiencia muy traumática que conocerán quienes hayan visto desaparecer la casa de su infancia.

Desolados, los esposos deciden intentar salvar su matrimonio. Él, Mitsu, se irá a trabajar un tiempo en África; ella, Natsumichan, sacará del asilo a su hijo retrasado para intentar integrarlo a la familia y esperará que nazca su hijo adulterino.

Novela muy visual, muy fuerte y deprimente.

"Tokio Blues" ("Norwegian Wood"), probablemente la única novela perdurable de Haruki Murakami, trata del suicidio como una acuarela.

Quizá no sean recomendables estas lecturas que provocan pensamientos autodestructivos. (MTMM)