miércoles, 4 de noviembre de 2015

noviembre 04, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 4 de noviembre.- En rueda de prensa realizada este mediodía en el café del teatro José Peón Contreras, la señora Roxanna Meyer Veliz dio a conocer su versión del proceso legal que su ex marido, el dentista Carlos Amilcar Esquivel Patrón, ha promovido para que se le permita convivir con sus dos hijos, de 5 y 7 años de edad.

"Ya no me voy a guardar por miedo", aseguró Roxanna Meyer. La acompaña su abogado, José López (foto: JMRM)

La mencionada acusó a su ex esposo de realizar acusaciones falsas y mal intencionadas en los medios de comunicación y redes sociales con la presunta finalidad de afectarla negativamente en su vida personal y laboral, indicando que ella no ha incurrido en ningún delito.

La mencionada negó que éste sea un caso de alienación parental, tal como ha señalado el mencionado en la prensa, asegurando que durante los 12 años que vivieron juntos ella fue víctima de violencia física, psicológica, patrimonial y sexual, e inclusive hay una orden de restricción que impide al ex marido acercarse a ella.

"Ya basta que el señor Carlos Amilcar Esquivel Patrón no respete mis derechos humanos, ya basta del maltrato, de los insultos, del acoso. Merezco vivir una vida libre de violencia", dijo entre lágrimas Roxanna Meyer.

La quejosa indicó que el señor actualmente no tiene permitido ver a sus hijos y reconoció, en comunicado al cual dio lectura, que ella se llevó a los menores a la Ciudad de México, que cabe mencionar se encuentra a 1,300 kilómetros de Mérida, donde el padre de los pequeños radica y trabaja.

De manera reiterada, acusó a su ex marido de "generar violencia", usar a los menores como escudo, violar flagrantemente su interés superior, mentir sobre el avance del proceso y señalarla irresponsablemente a ella y a las autoridades con "agresiones y falsedades sin fundamentos, con el único propósito de pretender manipular el caso".

"Mi caso es como el de miles de mujeres que se encuentran en la misma situación. Vivimos los celos enfermizos, la destrucción de tus cosas personales, las humillaciones, los insultos, los golpes. Dañan tu autoestima, tu persona, tu estabilidad. Hoy lo único que pido al señor Esquivel es que me deje vivir en paz mi vida junto a mis hijos", expresó. (JMRM)