lunes, 16 de noviembre de 2015

noviembre 16, 2015
Federico Arreola

Interpreto un escrito del principal conductor de noticias de Televisa.

1. En sus columnas de Milenio, Joaquín López-Dóriga cita con una gran frecuencia al misterioso y conspicuo filósofo Florestán.

2. ¿Quién carajos es Florestán? Los especialistas aseguran que se trata del propio López-Dóriga, pero no lo han confirmado.

3. Hoy Florestán dice, en el espacio que Joaquín tiene en Milenio, algo realmente profundo: “La garantía es mientras sirva”.

4. Queda claro que lo único que ha hecho López-Dóriga, este viernes, es analizar si él todavía sirve en Televisa, o si ya dejó de ser útil en la televisora de Emilio Azcárraga que, en lo relacionado con lo informativo y lo político, dirige el poderoso Bernardo Gómez.

Joaquín López-Dóriga y el yucateco Carlos Loret de Mola Álvarez.

5. Joaquín López-Dóriga narra una charla con otro influyente Gómez de Televisa, Leopoldo, vicepresidente de Noticieros.

“¿Ya viste la nota de la jubilación de Pemex? –me preguntó el doctor Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticieros Televisa, el miércoles por la tarde”.

Leopoldo le informó a Joaquín que los trabajadores de Pemex ya no se van a jubilar a los 55 años, sino a los 60.

Escandalizado, López-Dóriga le dijo a su jefe: “No puedo creer que en Pemex se jubilen a los 55 años. En esas condiciones yo ya lo hubiera hecho, que nunca lo haré, los periodistas no nos jubilamos, hace ¡13 años!”

6. El mensaje de Joaquín López-Dóriga es claro: exige que no se le jubile porque, a sus 68 años de edad, él aún puede con la tarea de conducir un noticiero cada noche.

7. “Los periodistas no nos jubilamos”, le dijo Joaquín a uno de sus superiores jerárquicos en la estructura organizacional de Televisa.

Es decir, López-Dóriga le exigió a uno de los dos Gómez de gran influencia en Televisa que detenga los rumores de que en 2016 el veterano periodista se va.

8. Se ha especulado que hay dos opciones reales para reemplazar a Joaquín López-Dóriga: la impetuosa, representada por Carlos Loret de Mola, y la creíble, la de Denise Maerker.

9. ¿Por qué se habla de la jubilación, ya ni tan anticipada de López-Dóriga? No por su edad, sino por sus escándalos, en particular el reciente en que lo exhibió de fea manera –y lo derrotó por nocaut– la señora María Asunción Aramburuzabala.

10. Los escándalos no necesariamente perjudican a las figuras públicas. A veces, les benefician.

Para la mayor desgracia de Joaquín, su enfrentamiento con Aramburuzabala lo hizo perder por completo la credibilidad.

Y eso, credibilidad, es lo que urge recuperar en la empresa de Emilio Azcárraga.

Como dijo Florestán, “la garantía es mientras sirva”. ¿Todavía le sirve López-Dóriga a Televisa?

Si el asunto se redujera solo a la impetuosidad, el viejo López-Dóriga sería mucho más útil a la televisora que el joven Loret de Mola.

A Joaquín no le falta energía, le sobra. Sin duda, no es su capacidad de trabajo la que está a discusión. Nadie trabaja más que él.

Pero Televisa lo que necesita no es gente extraordinariamente trabajadora, sino razonablemente creíble.

Y en ese tema, el de la credibilidad, López-Dóriga ya no es garantía, es decir, ya no sirve.