viernes, 27 de noviembre de 2015

noviembre 27, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 27 de noviembre.- José Alejandro Madrigal Fernández, director científico del Instituto de Investigaciones Anthony Nolan y profesor de la University College London, visitó la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) con la finalidad de dialogar con académicos y estudiantes en torno a su área de especialidad: trasplantes hematológicos y de médula ósea.

Andrés Aluja, coordinador de cooperación e internacionalización de la UADY; José A. Madrigal Fernández, director científico del Instituto de Investigaciones Anthony Nolan y Ramón Esperón Hernández, secretario académico de la Facultad de Medicina de la UADY, en el salón Maximiliano Canto Méndez de la casa de estudios yucateca.

Natural de la ciudad de México, donde nació el 4 de noviembre de 1953, Madrigal Fernández estudió en la UNAM y posteriormente obtuvo una beca de la OMS para realizar estudios en la Universidad de Harvard y después el doctorado en genética molecular en las universidades de Londres y Oxford.

Desde 1993 el especialista mexicano se desempeña como Director del Instituto Anthony Nolan el cual está especializado en trasplantes hematológicos y de médula ósea para el tratamiento de leucemia y otros tipos de cáncer.

Entrevistado al finalizar una reunión con poco más de una docena de académicos de la Facultad de Medicina de la UADY, el destacado científico mexicano habló de la formación de recursos humanos, los retos que enfrenta la medicina mexicana y del cáncer, “enfermedad que le puede afectar a cualquiera”, dijo.

“Mi reunión con los académicos de la Facultad de Medicina de la UADY tuvo como propósitos esenciales mostrar lo que estamos haciendo en el Instituto de Investigaciones Anthony Nolan y para explorar las posibilidades de futuros acuerdos de colaboración”, expresó en la entrevista acompañado de Andrés Aluja, coordinador de cooperación e internacionalización de la UADY, y Ramón Esperón, secretario académico de la Facultad de Medicina.

Indicó que en su visita a la UADY, además del diálogo con los académicos, se reunió con los estudiantes buscando estimular su interés por realizar estudios en el extranjero.

“Estamos ante un panorama alentador ya que en los últimos años se ha registrado una ‘revolución’ en lo que llamamos la inmunoterapia”, aseguró y subrayó también el incremento en el registro de donantes no relacionados, es decir, gente voluntaria que aporta su sangre; prácticamente se le hace un código de barras para entender su aspecto genético, que es lo que se tiene que igualar con el paciente”.

Aseguró que gracias a la labor del instituto inglés hoy, en el mundo, hay más de 26 millones de donantes y realizado más de un millón de trasplantes; “es la única opción para pacientes que de otra forma fallecerían”, precisó.

No obstante, Madrigal Fernández afirmó que la mayoría de los paneles de donantes son de personas caucásicas y por lo tanto “encontrar un donante para ellos es más fácil, no así para los pacientes hispanos y latinoamericanos ya que hay una menor representación de donadores y por lo tanto están en desventaja”.

A su vez reveló nuevos métodos de inmunoterapia, inmuno-modelación e inmuno-manipulación que permiten modificar la calidad de los injertos, efectividad y eficiencia. “En México hay un notable desarrollo, sobre todo en la Ciudad de México, Guadalajara y  Monterrey”, apuntó el científico quien destacó también la necesidad de  fomentar un registro nacional de donantes y bancos de cordón umbilical para contribuir socialmente con este tipo de necesidades.

“El Cáncer es una enfermedad que puede afectar a cualquiera, son pocas las personas que pueden decir que no conocen a alguien con cáncer; cuando te toca a la puerta es cuando realmente sentimos desesperación y es aquí donde necesitamos tener consciencia social y colectiva para ayudar y para participar”, subrayó.

Respecto a la formación de hematólogos mexicanos consideró que es bueno, “la gente que investiga también, pero creo que siempre se puede mejorar y crecer, e incrementar la información y motivar los jóvenes médicos a buscar desarrollarse este tipo de áreas, además la revolución científica en este campo es una excelente oportunidad para explorar una gama de conocimientos y posibilidades”. (Boletín)