domingo, 29 de noviembre de 2015

noviembre 29, 2015
Kobe Bryant escribió en The Players' Tribune:

Dear Basketball,

From the moment
I started rolling my dad’s tube socks
And shooting imaginary
Game-winning shots
In the Great Western Forum
I knew one thing was real:

I fell in love with you.

A love so deep I gave you my all —
From my mind & body
To my spirit & soul.

As a six-year-old boy
Deeply in love with you
I never saw the end of the tunnel.
I only saw myself
Running out of one.

And so I ran.
I ran up and down every court
After every loose ball for you.
You asked for my hustle
I gave you my heart
Because it came with so much more.

I played through the sweat and hurt
Not because challenge called me
But because YOU called me.
I did everything for YOU
Because that’s what you do
When someone makes you feel as
Alive as you’ve made me feel.

You gave a six-year-old boy his Laker dream
And I’ll always love you for it.
But I can’t love you obsessively for much longer.
This season is all I have left to give.
My heart can take the pounding
My mind can handle the grind
But my body knows it’s time to say goodbye.

And that’s OK.
I’m ready to let you go.
I want you to know now
So we both can savor every moment we have left together.
The good and the bad.
We have given each other
All that we have.

And we both know, no matter what I do next
I’ll always be that kid
With the rolled up socks
Garbage can in the corner
:05 seconds on the clock
Ball in my hands.
5 … 4 … 3 … 2 … 1

Love you always,

Kobe


En Madrid, escribe Andrés Aragón en El Mundo: "Querido baloncesto [...]. Mi corazón puede aguantar la paliza. Mi cabeza puede soportar el esfuerzo. Pero mi cuerpo sabe que es el momento de decir adiós. Y está bien. Estoy preparado para dejarte marchar". Kobe Bryant anunció que se retirará al final de esta temporada con un poema dedicado al baloncesto, esa obsesión que ha presidido su vida, ese motor que le ha convertido en uno de los hombres más enfermizamente competitivos que ha conocido el deporte. Después de 20 años en activo y en el momento más bajo de su carrera, el legendario escolta de Los Angeles Lakers reconoce que es el momento de decir adiós.

Bryant había sembrado pistas hacia este desenlace en las últimas semanas. El veterano escolta está jugando el peor baloncesto de su carrera y hace unos días adelantó que, si nada cambiaba, ésta sería su última campaña. No ocultó cierta nostalgia en su reciente duelo con Dirk Nowitzki, ni ese sabor a despedida que tuvo su última visita al Madison Square Garden, el templo donde llegó a reinar como sólo lo había hecho Michael Jordan.

Kobe Bryant ha sido el más perfecto de todos los herederos que se buscaron al trono de 'Su Majestad'. El escolta de Los Angeles Lakers moldeó su juego a imagen del 23 hasta tal punto que en medio del primer enfrentamiento de su carrera contra Michael Jordan aprovechó los parones del partido para pedir consejo sobre cómo postear. Pero aunque las cámaras no hubieran registrado aquel momento, la paternidad sería innegable. En él se aprecian con gran fidelidad sus gestos, sus movimientos, su voracidad.

La carrera de ese Kobe Bryant terminó con la rotura del tendón de Aquiles hace ya tres años. El escolta dejó días de un baloncesto feroz en las últimas semanas de aquella temporada regular, empeñado como estaba en clasificar a Los Angeles Lakers para los playoffs. Tanto, que lanzó los dos tiros libres sin apenas poder tenerse en pie. Aquella lesión propia de un héroe dejó paso a Bryant más humano, un jugador que a sus 37 años lleva 20 temporadas en la NBA, las tres últimas cerradas con una lesión grave.

Kobe Bryant está firmando la peor temporada de su carrera, incapaz de generar espacio con sus defensores para mirar a canasta ni de seguir el paso de rivales más jóvenes, más rápidos, más fuertes, más atléticos. Es el precio a pagar por los casi 56.000 minutos de baloncesto que acumula en las piernas. Lo doloroso de esta temporada es que ni siquiera en esas circunstancias es capaz de renunciar a su esencia, a esa mentalidad voraz que presidido su carrera. Y sin un cuerpo que pueda seguir al corazón y la cabeza, acaba firmando el peor baloncesto de su carrera.

En sus 20 temporadas como jugador de la NBA (todas con Los Angeles Lakers, récord histórico con una sola franquicia), Kobe Bryant ha ganado cinco anillos (2000, 2001, 2002, 2009, 2010), ha sido una vez MVP (2008), 11 veces incluido en el Quinteto Ideal de la temporada y 17 veces All-Star. Es el tercer máximo anotador de la historia, sólo por detrás de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone y un peldaño por encima de Michael Jordan.

Hasta en el adiós Kobe Bryant ha seguido los pasos de 'Su Majestad', que hace 12 años publicó una carta en el 'Chicago Tribune' para anunciar su retirada con el mismo comienzo. "Querido Baloncesto". "Querido Baloncesto", dice Bryant, "Desde el momento en que empecé a enrollar los calcetines de mi padre y a encestar tiros ganadores imaginarios en el Great Western Forum, supe que una cosa era cierta: Me había enamorado de ti". El próximo 13 de abril, Kobe Bryant pondrá fin a esa relación como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. (Andrés Aragón / El Mundo / Washington Post)