viernes, 20 de noviembre de 2015

noviembre 20, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 20 de noviembre.- La noche de este viernes, el Dr. Ludwig Nolte-Blanquet encabezó una charla con motivo del 150 aniversario de la visita de la Emperatriz Carlota a Yucatán.

Conferencia con motivo del 150 aniversario de la visita de Carlota (foto: JMRM)

La conferencia contó con una breve intervención a cargo de don Carlos Felipe de Habsburgo-Lorena, sobrino tataranieto del Emperador Maximiliano, quien vía Skype, en vivo desde el salón de Cabildo del Palacio municipal de Morelia, recordó cómo ha visitado muchos de los puntos que Carlota recorrió en su viaje por Yucatán.

"Mérida fue para Carlota y para el Segundo Imperio Mexicano muy, muy importante, ya que desde Mérida pudieron fácilmente vislumbrar cuál es la posición de esa parte... tan apartada, tan alejada de la capital y sobre todo ver qué es lo que sucede en Centroamérica", explicó.

"Carlota fue recibida con los brazos abiertos. Mérida fue una de las ciudades de las que más escribió en cartas a su hermano y a su padre", dijo.

Don Carlos indicó que, aunque el Segundo Imperio solamente duró tres años, éstos dejaron muchísimo a México en legado arquitectónico, haciendo mención de la arquitectura francesa y lo que hoy se conoce como el Paseo de la Reforma.

"En su época fue Maximiliano el que lo hizo como el Paseo de la Emperatriz", señaló.

"Celebro que haya gente como ustedes que les interese lo que es la historia, la verdadera historia de México, y les deseo que pasen una velada inolvidable", concluyó el invitado.

Don Carlos es hijo del Archiduque Félix de Habsburgo-Lorena, nieto del Emperador Carlos I de Austria, bisnieto del Archiduque Otto Franz de Austria y tataranieto del Archiduque Carlos Luis de Austria.

Nolte-Blanquet abundó respecto a las actividades de Carlota en su paso por Yucatán y el efecto que su visita tuvo en la identidad de la región.

Al recordar brevemente sus primeros años, mencionó que perdió a su madre a temprana edad, creció como una niña mimada y bien educada, de carácter fuerte y muy segura de sí misma, una mujer muy bella que, teniendo apenas 24 años de edad, llega a su nuevo imperio con ideales de justicia.

Explicó que la visita de Carlota a Yucatán tuvo por objetivo darse a conocer y conocer a su gente. Llegó a Sisal el 22 de noviembre de 1865.

A su llegada, recordó el ponente, la Emperatriz describió a Yucatán como el país blanco debido a que las casas, la ropa y hasta el suelo (la arena de la playa) eran blancos.

En carruaje llegó a Hunucmá, donde pernoctó, arribando a Mérida el 23 de noviembre, entrando por el barrio de Santiago.

Nolte-Blanquet mencionó que los jóvenes estuvieron tan entusiasmados por su llegada que llevaron su carruaje hasta la Catedral. La visita de Carlota fue motivo de bailes, fiestas, cenas y tertulias.

Carlota, mencionó, se quedó en la que fuera la casa de Darío Galera Encalada, frente a la Plaza Grande.

Posteriormente, Carlota y sus damas de compañía fueron a caballo a Uxmal y, tras su estancia en Yucatán, la Emperatriz visitó Campeche e Isla del Carmen.

Gracias a la visita, mencionó el ponente, los yucatecos se sintieron más ligados al país, más mexicanos y pudieron darse a conocer. También son motivo de anécdota, dijo, los nombramientos honoríficos que recibieron varias damas y chambelanes.

La Emperatriz, mencionó, quedó admirada por la belleza y sencillez de las mujeres de estas tierras.

Nolte-Blanquet destacó el respeto que los emperadores tuvieron por los pueblos indígenas, a diferencia de Benito Juárez, quien quería homogeneizar a la población.

El Segundo Imperio

Primeramente, el expositor recapituló los antecedentes del Segundo Imperio, mencionando que José María Gutiérrez de Estrada fue sentenciado al destierro tras proponer reunificar al país con una monarquía.

En Europa logró entrar por matrimonio a los círculos aristocráticos y siguió realizando gestiones para promover la reinstauración de la monarquía en México, logrando finalmente, el 3 de octubre de 1963, que Maximiliano aceptata la propuesta, que contó con el respaldo del sector conservador.

Nolte-Blanquet mencionó que, ante la invasión francesa por la deuda de México, el presidente Benito Juárez huyó de su responsabilidad dejando un vacío de poder, mismo que fue aprovechado por Gutiérrez de Estrada y una delegación de notables mexicanos para hacer la invitación a Maximiliano.

El ponente destacó la expectativa ante la llegada del nuevo Emperador y la simpatía que gozaba entre la población por su prestigio.

Describió a Maximiliano como un hombre preparado, culto, sensible y aventurero a quien no le gustaba cómo gobernaba su hermano, Francisco José I, viendo en México una oportunidad para ensayar una nueva forma de gobierno.

Maximiliano fue el primer gobernante de México, destacó el orador, en acabar con la servidumbre por deudas y reconocer los derechos de los indígenas, entre otras medidas en pro de la población.

Al perder Maximiliano el respaldo de Napoleón III y sus tropas, Juárez aprovechó la oportunidad para regresar tras haber "abandonado el barco". El Emperador fue capturado el 15 de mayo de 1967.

Carlota, añadió, regresó a Europa e intentó en vano conseguir ayuda para salvar a su marido, quien fue fusilado tras un juicio sumario, junto con Miguel Miramón y Tomás Mejía, en el Cerro de las Campanas, el 19 de julio de 1867.

La Emperatriz, destacó Nolte-Blanquet, enloqueció, aunque el ponente no dio por cierta ninguna versión respecto al origen de su locura, misma que fue retratada a modo de ficción literaria en el libro Noticias del Imperio de Fernando del Paso.

Nolte-Blanquet se ha desempeñado como director de Promoción y Difusión en la Secretaría de Cultura de Quintana Roo, asesor, galerista y corredor de arte.

La conferencia, que registró un lleno total, se llevó a cabo en AJ Ana Juliana. (JMRM)