sábado, 7 de noviembre de 2015

noviembre 07, 2015
De Aleksandar Tišma, escritor serbio, hijo de de padre serbio y madre judía húngara, Acantilado Editorial publica "Sin un grito" (2008), colección de relatos.

En el cuento que da nombre al libro, el protagonista duda entre si asistir a una ceremonia en homenaje a las víctimas de la ocupación o irse a bañar al Danubio. Opta por lo segundo y después de bañarse y disfrutando del sol y de la arena se le presenta aunque, dice, "no fui capaz de relacionar este Danubio con aquel que no hacía tanto se había tragado más de un millar de cuerpos ensangrentados". De regreso, pasa por la ceremonia en el cementerio. Por la fecha, (dos días de enero de 1942) encontramos una foto del archivo de Yad Vashem con la explicación: 

Policías y soldados húngaros de pie alrededor de los cuerpos de judíos asesinados en Novi-Sad, Yugoeslavia.
"Cuando los húngaros descubrieron un pequeño grupo clandestino de serbios y judíos que operaba contra ellos, organizaron una operación de limpieza en el área de Novi-Sad. Del 21 al 23 de enero de 1942, con la ciudad completamente rodeada, desconectada completamente del resto del país y bajo toque de queda, soldados húngaros cometieron desmanes y numerosas atrocidades. En temperaturas de 20 grados bajo cero (veintiocho grados bajo cero, según Tišma) y en medio de una nevada pesada, sacaban a personas de sus casas y las llevaban a fosas de ejecución o a las orillas del Danubio para asesinarlas." 
En la Jewish Virtual Library se narra:

"Hasta el Holocausto, en 1941, había 4,000 Judios en Novi Sad, de una población total de 80,000. El exterminio de los Judios de Novi Sad se llevó a cabo en sucesivas oleadas, inicialmente bajo la ocupación de Hungría y más tarde por las tropas alemanas. Comenzó con arrestos individuales, torturas y asesinatos. En enero de 1942, del 21 al 23, una pequeña rebelión cerca de Novi Sad sirvió de pretexto para la llamada "razzia", ​​cuando el toque de queda total se ordenó y hogares judíos fueron saqueados mientras sus ocupantes fueron asesinados en las calles. El 23 de enero, a más de 1,400 Judios se les obligó a marchar hasta el Danubio y fueron alineados en cuatro filas. Los húngaros rompieron el hielo del río y durante todo el día, judíos, entre ellos mujeres y niños, fueron asesinados por la espalda y tirados a las aguas, que llevaron los cadáveres hasta Belgrado y más allá, durante semanas. Entre las víctimas figuraron también de 400 a 500 serbios. La "razzia" causó conmoción incluso en los círculos de Hungría, y llegaron cables de Budapest ordenando detener la masacre en la noche del 23 de enero. Varios cientos de sobrevivientes, medio congelados y asustados a muerte, fueron puestos en libertad..."
 
Cadáveres en el Danubio, cerca de Novi Sad, en 1942, unos pocos días después de la masacre.
Después, "Complicidad" (mundo totalitario) y otros siete cuentos. (MTMM)