jueves, 5 de noviembre de 2015

noviembre 05, 2015
KABUL, Afganistán, 5 de noviembre.- Una vez más la implacable Sharia [ley Islámica] de los talibán se ha cebado con las mujeres afganas, que siguen siendo víctimas de un tipo de justicia basada en la violencia, la degradación y la desigualdad.

Activistas sociales afganos han hecho público el martes un escalofriante vídeo (en El Mundo y con mayor claridad en https://www.youtube.com/watch?v=5h3RLBYEWMs ) en el que se muestra la brutal lapidación de Rokhshana, una joven de 19 años acusada de practicar sexo pre matrimonial con su pareja, Mohammad Gul, de 23 años y que fue sentenciado a recibir 100 latigazos. "No hay duda de que este crimen ha sido obra de los talibán", según confirmaba Mohammad Zaman Azimi, oficial gubernamental en la provincia.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 26 de Octubre en la aldea de Ghalmin, a unos 40Km de Firoz Koh, la capital provincial de Ghor, y fueron registrados a través de varios dispositivos móviles. La grabación ha sido distribuida a través de varias redes sociales y enseguida ha saltado a la primera página de los noticiarios afganos.
En el video, se oye la voz de la joven pidiendo piedad a los talibán, que la apedrean hasta matarla. La imagen la avalan AFP y la BBC.

"La joven estaba prometida a otro hombre cuando presuntamente fue capturada por elementos talibán en la región cuando intentaba escapar con su pareja secreta para contraer matrimonio sin el consentimiento familiar", según informaron fuentes policiales en Firoz Koh, que además indicaron que la joven "intentaba escapar de un matrimonio forzado". (N. de la R. Ni siquiera estaba casada).


Para Masooma Anwari, Jefa del Departamento de Asuntos de La Mujer en dicha provincia, "las mujeres de Ghor están en peligro. La incompetencia de las autoridades provinciales en lo que a seguridad y gobernación se refiere han asentado las bases para este tipo de incidentes", sentenciaba.

Por otro lado, Sima Joyenda, gobernadora de la provincia y una de las dos únicas mujeres afganas con un alto cargo gubernamental de este tipo, apoyó la lapidación. "Afganistán es un país Islámico y Ghor es una provincia de Afganistán, por lo que no podemos desobedecer a la ley Islámica". Unas declaraciones que han enfurecido a diversos activistas sociales afganos que luchan por la igualdad de géneros, que han pedido "su inmediata dimisión", según informaba Ariana News.

El escalofriante vídeo de 2 minutos muestra cómo varios presuntos talibán se agrupan alrededor de una zanja en la que la joven entra, se sienta y seguidamente es apedreada hasta la muerte, mientras varios testigos graban el hecho con teléfonos móviles y se oye de fondo los gritos desgarrados y el lloro de una mujer sin identificar que presuntamente podría ser su madre, aunque esto todavía no ha sido confirmado.

'Este caso no va a cambiar nada'

La lapidación es un sistema de ajusticiamiento que los talibán no empleaban desde hacía años, y que parece que ahora vuelve a formar parte de su repertorio de atrocidades contra el pueblo afgano. "En las zonas rurales donde los insurgentes siguen teniendo mucha influencia, muchos afganos todavía resuelven sus disputas a través de tribunales religiosos talibán en las que se establece un interpretación extrema de la Sharia", según informa Radio Europa Libre.

"No está claro por qué la mujer habría recibido un castigo muchísimo más severo que el hombre, aunque cabe decir que a menudo la justicia talibán y las tribunales religiosos son mucho más indulgentes con los hombres", añadía la emisora.

La falta de derechos de las mujeres en Afganistán así como su indefensa legal sigue siendo una de las vergüenzas del Gobierno afgano que, a pesar de haber recibido millones de dólares de la Unión Europea y los EE.UU para implementar programas que promocionan la igualdad de géneros e intentan acabar con la violencia contra las mujeres, no han tenido ningún efecto tangible en la sociedad afgana.

Desde 1976 el código penal afgano prohíbe la pena de muerte para los adúlteros, aunque sí que establece duras penas de prisión para los que incurran en ese tipo de delitos. Y, a pesar de que el mismo código no contempla la lapidación como un recurso legal para administrar justicia, el gobierno del ex presidente Hamid Karzai intentó reintroducir sin éxito esta brutal práctica en 2013.

Este no es el primer caso de lapidación pública en Afganistán desde la intervención internacional en 2001, y sin duda no será el último. De momento, el Gobierno afgano ha condenado el brutal crimen pero no ha informado sobre nuevas medidas para proteger a las mujeres, sobre todo las que sufren más indefensión en las provincias, así como para castigar a los perpetradores.

"El asesinato de Rokhshana no va a cambiar nada", explica una activista social que para preservar su seguridad prefiere no ser nombrada. "El caso de Farkhunda", la joven que el pasado 19 de marzo fue linchada, quemada y asesinada en Kabul en frente de las fuerzas policiales que no hicieron nada para detener el crimen, "y el posterior juicio son sólo otra prueba de que en Afganistán las mujeres no tienen derechos, de que en Afganistán no hay justicia para las madres y hermanas que han dado a luz a monstruos como los que han perpetrado este último crimen contra la joven Rokhshana", sentenciaba. (Amador Guallar / El Mundo)