sábado, 10 de octubre de 2015

octubre 10, 2015
ANKARA, Turquía, 10 de octubre.- Una marcha por la paz en Ankara terminó hoy de la peor manera: con un doble atentado, aparentemente suicida, que dejó por lo menos 95 muertos y 256 heridos, a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas en Turquía, confirmó el gobierno.

El ataque más mortífero en la historia moderna del país, tuvo lugar en la protesta organizada por varios sectores a raíz de la escalada de la violencia en el país, y de cara a las elecciones parlamentarias del 1 de noviembre.

El atentado constó de dos explosiones, que se produjeron con unos minutos de diferencia, cerca de la estación de tren de Ankara antes de la marcha, que reunía a delegaciones de sindicatos y partidos políticos de izquierda, entre ellos la principal formación prokurda del país, Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco), que afluyeron de toda Turquía para participar en la manifestación.

El ministro de Salud turco, Mehmet Müezzinoglu, actualizó el balance de víctimas, entre las que hay 28 heridos graves, en una conferencia de prensa transmitida en directo por la cadena de noticias NTV.

Más tarde, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, consideró que "hay muy nítidas indicaciones" de que los atentados fueron perpetrados por atacantes suicidas.

"En la investigación se consideran todos los grupos terroristas", aseguró, y enumeró el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) -que hoy anunció un alto el fuego-, el grupo jihadista Estado Islámico (EI), la red terrorista Al-Qaeda y los grupúsculos de la ultraizquierda turca.


"Este ataque no se dirige contra ningún grupo determinado ni contra ningún colectivo político. Es un ataque contra toda la nación", aseveró el primer ministro, quien además anunció tres días de luto en el país.

Por su parte, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado como un "abominable ataque contra la unidad y convivencia", pero agregó que "no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados", en referencia a los ataques de la guerrilla kurda.

La protesta pretendía pedir el fin de la renovada violencia entre rebeldes kurdos y fuerzas de seguridad turcas.

"Escuchamos una explosión fuerte y otra pequeña. Hubo un gran movimiento de pánico, y luego vimos cadáveres en la explanada de la estación", dijo Ahmet Onen, un jubilado de 52 años. "Una manifestación que debía ser por la paz se ha convertido en una masacre. No entiendo lo que pasa", añadió con los ojos llenos de lágrimas.

"Maldecimos y condenamos este ataque atroz contra nuestra democracia y la paz de nuestro país", dijo el ministerio. Dos horas después de las explosiones, los agentes dispararon al aire para dispersar a los manifestantes encolerizados por la muerte de sus compañeros en las explosiones, y que gritaban "policías asesinos", comprobó la agencia AFP.

Alto el fuego

Después del atentado, los rebeldes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que desde hace tres meses multiplicaron sus ataques contra las fuerzas de seguridad turcas, anunciaron la suspensión de sus actividades al menos hasta las elecciones legislativas.

"Vi a un hombre con la pierna arrancada, tumbado en el suelo. También vi una mano seccionada sobre el asfalto", dijo otro testigo, Sahin Bulut, miembro de la Asociación de Ingenieros de Estambul. "Es como en Suruç", añadió.

El pasado 20 de julio, un atentado suicida atribuido al grupo Estado Islámico (EI) mató a 32 militantes de la causa kurda en la ciudad turca de Suruç, muy cerca de la frontera con Siria.

Tras el atentado de Suruç arreciaron los enfrentamientos entre el ejército turco y los rebeldes del PKK, que hicieron saltar por los aires un frágil alto el fuego vigente desde marzo de 2013.

Más de 150 policías o soldados han muerto desde entonces en atentados atribuidos al PKK. Las autoridades turcas afirman por su lado que han "eliminado" a más de 2000 miembros del grupo rebelde en sus operaciones de represalia.
Clima preelectoral caldeado

El ataque tiene lugar a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas, previstas para el 1° de noviembre. El clima político está caldeado por los enfrentamientos diarios y sangrientos entre las fuerzas turcas y los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de mayoría kurda.

En las legislativas del 7 de junio pasado, el partido del presidente islamista conservador Recep Tayyip Erdogan perdió la mayoría absoluta que tenía en el Parlamento desde hace 13 años, en parte gracias al buen resultado del HDP.

Tras fracasar las negociaciones para formar un gobierno de coalición, Erdogan convocó unas elecciones anticipadas para el 1 de noviembre en las que espera recuperar la iniciativa política. (AFP / AP / lanacion.com.ar / Reuters)