lunes, 19 de octubre de 2015

octubre 19, 2015
Armando "Catón" Fuentes Aguirre

AMLO, 20 años. Pepito fue a pasar vacaciones en el rancho de su abuelo. La primera noche no daba trazas de irse a la cama. Le comentó el señor: “Hijo: yo me acuesto con las gallinas”. Exclamó Pepito con asombro: “¿Y no se te enoja el gallo?”. Babalucas terminó de beber su copa. Le dijo el cantinero: “¿Le pongo otra igual?”. Respondió el badulaque: “¿Y pa’ qué quiero yo dos copas vacías?”. Con dulce voz Blanca Nieves le preguntó a uno de los siete enanos: “¿Por qué ustedes siempre van riéndose cuando atraviesan el campo?”. Con la misma ternura respondió el enanito: “Porque las hierbitas nos hacen cosquillitas en los estitos”. El ranchero Eglogio le reclamó al padre Arsilio: “Señor cura: usted le ha trasmitido malas enseñanzas a mi hijo. Por su culpa el muchacho me aventó el trabajo”. El bondadoso sacerdote quedó estupefacto. Dijo aturrullado: “No recuerdo haberle dicho nada indebido. Ignoro por qué no quiere trabajar”. Replicó el silvestre individuo: “Usted le enseñó el refrán: ‘Dime con quién andas y te diré quién eres’. ¡Y ahora se niega a ir a arar con los bueyes!”… Bustolina Grandchichier, mujer de prominente busto, iba en el atestado elevador. Un maduro caballero se volvió hacia ella y le dijo con enojo: “Me va usted empujando. Le ruego que no lo haga”. Replicó Bustolina: “No lo voy empujando, señor. Voy respirando”… El gerente de la empresa contrató a un subgerente. Le preguntó, solemne: “Sabe cuál es la función principal de un subgerente?”. “Naturalmente que lo sé -respondió el otro-. Debo echarme la culpa de todas las pendejadas que cometa usted”. 


Recordemos que la palabra “peje” quiere decir, entre otras cosas, “hombre astuto, sagaz e industrioso”. No cabe duda de que López Obrador es industrioso: lleva casi 20 años en campaña, y no ha cesado en sus viajes de promoción por toda la República. También resulta incuestionable que es astuto y sagaz: se las ha arreglado para evadir las disposiciones electorales, y mañosamente aparece en los spots de propaganda de todos los candidatos de su partido, como si él mismo fuera el candidato. Con eso lleva ya una ventaja considerable a los otros candidatos a la Presidencia que en su momento surgirán. Pero no deja ser extraño que el mismo AMLO que alguna vez mandó al diablo a las instituciones se acoja ahora a ellas. Funda un partido -que es una institución- y recibe sin hacer gestos las prerrogativas que el INE -otra institución- entrega con generosa dadivosidad lo mismo a los partidos que a los partiditos, partidillos y partidejos, claro, con dinero salido de los bolsillos, o sea del trabajo de los contribuyentes. Así, López Obrador no se distingue ya de los políticos que medran al amparo de una viciosa y viciada legislación electoral. No dudo que llegue a ser Presidente: tan mal andan las cosas en el país que no es difícil que los electores vuelvan la mirada hacia él. Pero no es un redentor. Es un político más. Así debemos verlo. El encargado de las encuestas de un periódico llegó a una casa y le abrió la puerta la criadita. Dijo el visitante: “Vengo a encuestarte”. “¿También usté?” -se consternó la muchacha. Preguntó el otro: “¿Ya te encuestó alguien?”. “Sí -respondió la criadita-. La siñora salió de viaje, y el siñor me encuesta en su cama todas las noches”. Don Canito, señor nonagenario, hacía recuerdos de los días de la Revolución. “Un día- le contó con temblorosa voz a un periodista- entró un bandido en mi casa. Sacó su puñal y le quitó un pecho a la sirvienta”. “¡Qué cosa tan espantosa! -se horrorizó el reportero-. Y a su esposa ¿qué le hizo?”. “A ella le fue peor -contestó el ancianito hablando penosamente-. A ella le quitó uno chincuenta”. Un tipo le dijo a otro: “No va bien mi matrimonio. En cuestión de sexo mi mujer es muy fría, casi indiferente. No se mueve; permanece inmóvil siempre”. Le aconsejó el otro: “Para eso lo mejor es usar la técnica del toro de rodeo”. Preguntó el otro, intrigado: “¿En qué consiste esa técnica?”. Respondió el amigo: “Cuando estés haciendo el amor con tu esposa dile que con tu secretaria gozas más. ¡Verás los reparos que pega!”… FIN.