domingo, 4 de octubre de 2015

octubre 04, 2015
Hace ya varios meses, incluso años, que se ventilaba el cambio del Secretario de Educación de Yucatán, que estaba en la persona del Dr. Raúl Godoy Montañez desde la administración de Ivonne Ortega. Mes a mes, semana a semana se hablaba del cambio y se mencionaron incluso nombres de diversas personas y género, como lo fuera la maestra Flor Díaz Castillo, al mismo Nerio Torres Arcila, al Ing. Carlos Sauri, y al propio Víctor Caballero Durán, hasta a Roberto Pinzón Álvarez y al Dr. Raúl Vela Sosa. Y se cantaba y se cantaba el cambio, a lo que aquí se llaman borregazos. Y no se daba. Pasaron las elecciones y tardaba el cambio, y tampoco se dio hasta que por fin ocurrió. Pero definitivamente el proceso electoral pasado tuvo mucha influencia en este cambio y no solamente en Educación, sino en varias secretarías y Direcciones del Gobierno del Estado. Y digo que tuvo influencia este proceso porque muchos de los que no quedaron en alguna curul o en alguna presidencia municipal, quedaron en los reacomodos, mal llamados enroques. 

Nombramiento del Lic. Víctor Caballero Durán y un gran respiro al Dr. Godoy.

Pero lo que a esta nota atañe es Educación. Y me refiero a esta Secretaría porque resulta de llamar la atención que quien fue designado para ser secretario de la Segey haya sido el Lic. Víctor Caballero Durán, un individuo que ya antes había perdido para una diputación en aquella debacle del PRI en Yucatán, cuando Acción Nacional arrasa con casi todo, incluso la gubernatura.

Entre su currículum aparece que es  Licenciado en Derecho por la UADY, con estudios en la Maestría en Administración Pública y en Derecho Procesal Constitucional. Ha sido catedrático universitario durante más de 10 años, no dice de dónde. Caballero Durán afirma en su página: 

"Inicié en la política desde muy joven, cuando estudiaba en la preparatoria 1 de la UADY, participando en actos estudiantiles y políticos. Ahí aprendí que la política es un instrumento para mejorar las cosas de la comunidad que mis ideales son los mismos que los del PRI en el que he realizado actividades tan diversas como Presidente de Sección, Representante Electoral, organizador de actos de campaña, hasta ser Presidente del Comité Directivo Municipal de Mérida y Presidente Estatal de la Fundación Colosio".

"He sido Servidor Público Federal, Estatal y Municipal, ya que fui Subdelegado del ISSSTE, Director General del Colegio de Bachilleres del Estado de Yucatán y Regidor del H. Ayuntamiento de Mérida".

Fue diputado local y formó parte del gabinete del Gobernador Rolando Zapata Bello como Secretario General de Gobierno.

Como se apreciará, no tiene una trayectoria académica destacada y es aún más notorio, teniendo en cuenta de que a quien sustituye es poseedor de un currículum académico eminentemente superior al de él y al de muchos que han ocupado esa Secretaría. Es decir, todos sus cargos han sido por amistades, por dedazos y por política, pero lo que más sorprende es que, siendo secretario de Gobierno, formó parte de una caja popular (Crecicuentas) que defraudó a cientos de yucatecos, mismos que interpusieron una denuncia ante la PGR contra él, cuyo proceso aún está en investigación. 

Cómo es posible que para obtener una persona común y corriente un trabajo, sobre todo en una instancia de gobierno, como lo es la Secretaría de Educación le soliciten al aspirante una carta de que no tiene antecedentes penales y un documento que haga constar que no está ante ningún proceso legal o penal; y un individuo como el Sr. Víctor Caballero, con una demanda por fraude ante la PGR lo nombren con bombo y platillo Secretario de Educación del Estado. 

Pero además esto queda a la vista de toda la nación cuando, en la Cámara de Senadores, al titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) Aurelio Nuño, durante su comparecencia, lo cuestiona el Senador por Yucatán, Daniel Ávila Ruiz en cuanto al proceso a que está siendo objeto Víctor Caballero y que incluso le entrega un documento en el que consta la denuncia y todo lo que se está realizando al respecto.

Yo le pregunto al Presidente de la República, al Secretario, y me dirijo respetuosamente haciendo la siguiente observación: ¿acaso para ser un secretario, un servidos público, ¿se requiere ser un sinvergüenza, un mentecato o un bandido? ¿Acaso los electores, que somos los ciudadanos, merecemos tal burla, tal ofensa?

Queda claro que muchos de los perdedores, entre ellos Caballero Durán, están hoy en algún cargo político como premio a su derrota, cuando estos señores deberían estar en sus casas y realizar un trabajo como cualquier ciudadano lo realiza, porque no contaron con la simpatía del pueblo. Pero más aún me sorprende la tibieza del Gobernador Rolando Zapata al nombrarlo. Dentro de los cargos vemos a gente de Ivonne, vemos a gente de Ramírez Marín, gente de Rolando, de Éric, de "Cuco", o sea que el pastel se reparte de acuerdo a la fuerza política a la que le pertenezcan y no ocupan esos lugares gente con verdadera vocación de servicio, gente que en verdad cumpla con los perfiles que se requieren, pero sobre todo gente con sensibilidad. El Sr. Víctor Caballero -no yo lo digo, lo comentan en las calles, en los cafés, en los rincones del Palacio, entre la sociedad en general- es un personaje que carece de sensibilidad y sí se siente todopoderoso y prepotente.

Cierto es que el Sr. Nuño, quien estará por estos días en nuestro Estado, no tiene la facultad para decirle al Gobernador "quita a éste y pon a éste", puesto que cada Estado es libre y soberano y posee su propia Constitución, pero Nuño sí tiene la responsabilidad de hablar con el Jefe del Ejecutivo estatal en privado, en corto, como le quieran llamar, y hacerle la observación del yerro político que cometió. Y es sólo al Gobernador y nada más el Gobernador a quien le corresponde mantener o relevar al Lic. Víctor Caballero Durán.

Sr. Gobernador, la historia no se borra. Lo que queda escrito perdura de generación en generación. Usted decide.  (MTMM)