jueves, 17 de septiembre de 2015

septiembre 17, 2015
Bajo Reserva Exprés y Bajo Reserva / Periodistas El Universal


En las investigaciones que la Procuraduría General de la República realiza sobre el caso de la desaparición hace ya casi un año en Iguala de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa hay dos novedades, nos dicen, la primera: la captura de Gildardo López Astudillo, "El Gil", quien según las autoridades es una pieza clave para conocer cuál fue el destino de los normalistas.

La segunda novedad es que las autoridades están detrás de un miembro de la Policía Federal que presuntamente tiene relación con el caso de los normalistas desaparecidos, en especial al brindar protección a los grupos criminales involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes.

Según la PGR, “El Gil” es un lugarteniente de lugarteniente de Sidronio Casarrubias Salgado, quien era líder del grupo Guerreros Unidos y fue detenido en octubre del año pasado. López Astudillo es señalado como la persona que dijo a Casarrubias que los estudiantes eran miembros del grupo criminal “Los Rojos”, antagónico, a “Guerreros Unidos”, y que por esa razón fue ordenado que fueran ejecutados.

Ahora, después de la captura del “El Gil”, la mira está puesta en un miembro de la Policía Federal que presuntamente está relacionado con los hechos.

Entresijos de la relación México-Washington


Muchas estampas y datos de los entresijos de la relación bilateral México-Estados Unidos se dieron en un par de reuniones el martes en comederos de políticos en la ciudad de Washington. El ex representante diplomático mexicano ante Estados Unidos, Arturo Sarukhán, estuvo en un desayuno con la mujer nominada por el presidente Barack Obama como la próxima embajadora en México, Roberta Jacobson, quien solamente espera la ratificación del Senado de EU para viajar al Distrito Federal. A la hora del almuerzo, el propio Sarukhán compartió los alimentos con el ex embajador estadounidense en territorio mexicano, Anthony Wayne. Nos dicen que en ambas citas se intercambiaron hartas “fotografías” y muchos temas de la agenda bilateral, tanto del pasado como de lo que viene para el futuro de ambos países. Don Arturo, miembro del servicio exterior mexicano, anda pues con mucha pila por aquellas tierras.

Mujeres perredistas deben esperar

Las militantes del PRD, partido todavía bajo el mando de Carlos Navarrete, tendrán que seguir a la espera para otros cargos de dirección al interior de la organización. A unas horas del arranque del Congreso Nacional, convocado para adecuar los estatutos y documentos básicos a las reformas legales sobre transparencia y paridad, no habrá mucho que presumir en el segundo tema. Nos dicen que el perredismo tenía una oportunidad de oro para avanzar más allá de la ley en el caso de la paridad, pero no lo hará. Ya existe en los órganos directivos y con eso es suficiente, es el argumento para no impulsar que también exista en la presidencia y secretaría general de la organización política o al menos en la fórmula de candidatos que se registren para competir por los cargos. Así que las mujeres del PRD se quedarán esperando a que alguna corriente las impulse en primer lugar antes que a un varón, lo que se antoja imposible, nos comentan.

Bejarano no quiere a Basave

Izquierda Democrática Nacional, por cierto, se trae algo entre manos en estos días de reuniones perredistas de alto nivel. Nos comentan que esta corriente, bajo el liderazgo de René Bejarano, anda con mucho sigilo en sus movimientos políticos, con los que llega hoy al Congreso Nacional del PRD. Los de IDN no están muy contentos porque un externo de reciente ingreso al sol azteca —ahí le hablan don Agustín Basave— tenga posibilidades de estar entre los aspirantes a dirigir al partido. Por lo pronto, algunos de los legisladores más representativos del ala bejaranista, como Aleida Alavez, voltearon bandera y se fueron a la bancada de Morena. ¿Será que unirse a AMLO es una opción para los integrantes de IDN?

La primera tarea de Herrera

El senador panista tiene su primera tarea. El coordinador azul en el Senado, Fernando Herrera, debe negociar la postura del Senado sobre el Informe Ayotzinapa, cuyos resultados, dicen los panistas, obligan por lo menos a pedir la creación de una fiscalía especial e independiente del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Por supuesto, el priísta Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada tricolor, rechazó esta posibilidad desde el primer momento, sobre todo la propuesta azul de que se creara una fiscalía de carácter internacional y que se instituyera una más para investigar la averiguación previa de Jesús Murillo Karam, ex procurador de la República, dado que los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señalan que no hubo pira con fuego ni para calcinar un cuerpo. La negociación será dura, nos comentan.