domingo, 13 de septiembre de 2015

septiembre 13, 2015
BERLÍN, Alemania, 13 de septiembre.- Los refugiados no vienen a Europa "porque busquen seguridad sino porque quieren una vida mejor que la que tienen en un campo. Quieren una vida alemana, quizá una vida sueca", dijo Orban, primer ministro de Hungría, en una entrevista con el diario alemán Bild. "Pero es un hecho: no existe ningún derecho fundamental a una vida mejor, solo un derecho a la seguridad y a la dignidad humana", consideró.

En tanto, dos aviones rusos llegaron con ayuda humanitaria a la ciudad costera de Latakia, uno de los feudos del régimen sirio, en medio de los temores de Occidente de que Moscú esté reforzando su presencia militar en Siria.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha expresado su satisfacción por la reinstauración de controles fronterizos adoptada por Alemania y ha destacado que se trata de una medida necesaria para proteger los valores alemanes y europeos. "Sentimos una gran comprensión con la medida de Alemania y nos gustaría expresar nuestra solidaridad", afirma Orbán en una entrevista que publicará este lunes el diario alemán 'Bild'. (Reuters)

Según la agencia oficial siria SANA, las aeronaves llevaban 80 toneladas de ayuda humanitaria enviada por Rusia para aliviar la situación de la población.

Los aviones aterrizaron en el aeropuerto Basel al Asad de Latakia, una provincia en la que el régimen de Damasco se mantiene fuerte y que no se ha visto devastada por la guerra.

La crisis migratoria en Europa causa tensión entre las naciones

El Gobierno húngaro calificó de "calumnias inconscientes" las declaraciones del canciller austríaco, Werner Faymann, en las que identifica la postura de Budapest en la crisis de los refugiados con las épocas más oscuras de Europa.

"El alboroto de Werner Faymann superó toda tolerancia", aseguró el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, en declaraciones a la agencia MTI.

En una entrevista que publica la revista alemana Der Spiegel, el primer ministro austríaco señala que la política de su homólogo húngaro, Viktor Orbán, en el tema de los refugiados le recuerda a "la época más oscura de la historia" europea.

"Encerrar amontonados a los refugiados en los trenes con la esperanza de que se vayan muy lejos despierta el recuerdo del periodo más sombrío de nuestro continente", juzgó Faymann en el semanario alemán Der Spiegel.

Faymann acusa a Orbán de actuar de forma irresponsable cuando dice que todos los refugiados son "inmigrantes económicos".

En este sentido, Szijjártó reiteró que Hungría cumple con todas sus obligaciones comunitarias y criticó a los políticos que, como el canciller austríaco, crean con sus declaraciones "ilusiones falsas" en los que considera inmigrantes económicos.

El ministro húngaro opinó que Faymann se expresó así para lograr más apoyo político en su país, en alusión a las próximas elecciones regionales que se celebrarán en Viena y otras regiones de Austria.

Las relaciones diplomáticas entre Hungría y Austria se han enrarecido en las últimas semanas y los dos países se acusan mutuamente de no cumplir con las obligaciones que derivan del acuerdo de Schengen, que regula la libre circulación en 26 Estados europeos.

De hecho, el Ministerio de Exteriores húngaro informó que ha convocado al embajador austríaco en Budapest para pedirle explicaciones sobre las declaraciones de Faymann y protestar por ellas.

En las últimas semanas miles de refugiados que entraron en Hungría desde Serbia han seguido hacia la frontera austríaca, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades.

Austria se ha visto obligada a cortar temporalmente el tráfico en la autopista procedente de Hungría, debido a la presencia de refugiados que caminaban por ella, y a interrumpir la circulación de trenes con el vecino país, ante la saturación del sistema ferroviario.

En sus declaraciones a Der Spiegel, Faymann llega a plantear que la UE establezca sanciones para países que no cumplan los principios de solidaridad.

Hungría procede al registro y la identificación de los refugiados que entran en su territorio, cumpliendo la normativa comunitaria, pero ha sido acusada por gobiernos y ONG de maltratar a los que llegan en el marco de este proceso, impidiendo su paso e internándolos en campos de acogida.

Hungría es partidaria de una línea dura contra los migrantes y su jefe de gobierno, el populista Orban, espera bloquear el tránsito de los refugiados por su país, en su camino a Austria y Alemania, a partir del 15 de septiembre con una doble valla de alambrada en la frontera con Serbia.

Orban considera también que los refugiados sirios, que llegan en masa a Europa y pasan por Hungría "no vienen de zonas en guerra, sino de campamentos situados" (en esos países fronterizos), donde "estaban seguros". (Univision / Der Spiegel / Europapress)