sábado, 5 de septiembre de 2015

septiembre 05, 2015
NICKELSDORF / BERLÍN, 5 de septiembre.- Alemania afronta hoy el reto de recibir a miles de refugiados que, tras varios días atascados en Hungría, lograron anoche el visto bueno de los Gobiernos alemán y austriaco para seguir su camino. Las previsiones de llegada crecen por momentos. Un portavoz de la policía estimó que el Estado de Baviera (limítrofe con Austria) recibirá el sábado de 5,000 a 7,000 refugiados. “Es una cifra tres veces superior a la de los últimos días”, dijo. Las autoridades bávaras elevan esta cifra a un máximo de 10,000 personas. La mayor parte de ellos llegará a Múnich, la capital de Baviera, y desde allí serán distribuidos a centros de acogida, aunque algunos serán trasladados directamente a los campos.

A media tarde habían llegado a la estación principal de Múnich unos 850 refugiados en uno de los días más intensos de una crisis migratoria mayor que la que Alemania afrontó en los años noventa durante las guerras en la antigua Yugoslavia. La policía de Múnich ha pedido a los ciudadanos, que en los últimos días se han volcado con los recién llegados, que no lleven más mantas, ropa o juguetes a la estación. “En la estación de Múnich ya hay el material y los voluntarios suficientes para dar la primera ayuda a los refugiados”, ha escrito en su cuenta de Twitter, mensaje al que han añadido el hashtag #DankeMünchen (GraciasMúnich). Muchos ciudadanos se trasladaron a la estación para dar la bienvenida a los recién llegados con carteles de apoyo y aplausos.

Nickelsdorf, un pueblo de 2,000 habitantes, se convierte en la 'puerta' a Occidente de miles de refugiados. (Repubblia)

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro húngaro, Victor Orbán, abordaron la situación el sábado en una conversación telefónica. Según informó un portavoz del Gobierno alemán, ambos están de acuerdo en que la decisión de dejar pasar a los refugiados que esperaban en Hungría se tomó "debido a la situación de emergencia" y constituye "una excepción". Los dos líderes recordaron el compromiso de sus países con el acuerdo de Dublín, que estipula que los solicitantes de asilo deben ser registrados en el primer país de la UE que pisen.
(Reuters)

"Como país fuerte y sano desde el punto de vista económico, tenemos la fuerza para hacer lo que es necesario”, respondió Merkel en una entrevista al ser preguntada cuántos refugiados puede asumir Alemania. La canciller insiste en que es necesario “partir de cero” en el sistema europeo para lograr un reparto equitativo y en que su Gobierno va agilizar los trámites para devolver a sus países a aquellos demandantes de asilo que provengan de países donde ni hay guerra ni sufren persecución política.

La llegada masiva de refugiados se produce horas después de que Hungría pusiera anoche fin al vergonzoso éxodo a pie que habían iniciado cientos de refugiados desde Budapest para alcanzar la frontera austriaca. A lo largo del camino, decenas de autobuses han recogido a los que marchaban por la autopista y a los que permanecían en la estación húngara de Keleti y los han trasladado a la frontera con Austria, a donde han llegado ya alrededor de 4,000, según la policía austriaca.

Una joven austríaca sirve una bebida a una mujer llegada de Hungría.

Los primeros autobuses fletados pór Hungría han llegado al pequeño municipio austríaco de Nickelsdorf en la madrugada del sábado. (Repubblica)
Con aplausos recibieron a los refugiados sirios llegados de Hungría.

Una madre con su pequeño, llegando a Austria. (Repubblica)

Miles de refugiados toman trenes, autobuses o van caminado en dirección a Viena con el objetivo de proseguir hasta Alemania.

Agotados, pero felices. Así cruzan este fin de semana miles de refugiados procedentes de Hungría a pie la frontera con Austria y ahora, desde la pequeña localidad de Nickelsdorf, casi todos quieren llegar a Alemania u otros países del norte de Europa. (ansa)


El Gobierno húngaro trataba con esta decisión de acabar con el desafío de los miles de migrantes, sirios en su mayoría, que cruzan su territorio dispuestos a lograr su objetivo de llegar a Alemania, donde el Gobierno de Angela Merkel prometió acogerlos. El Gobierno austriaco anunció a última hora del viernes que, junto con Alemania, abría sus fronteras a los refugiados procedentes de Hungría.

Viena ha informado de que han llegado ya unos 6,500 refugiados entre las primeras horas de la madrugada y este mediodía, y casi todos prosiguen camino hacia Alemania. "Prácticamente todos quieren continuar el viaje a Alemania. El viaje ulterior se les permite", reza un escueto comunicado publicado por el Ministerio austríaco del Interior en la red social Twitter.

En Budapest, la estación de Keleti en Budapest ha vuelto a llenarse de migrantes desde primera hora de la mañana al saber que el Gobierno húngaro finalmente está fletando autobuses y permitiendo el paso de trenes para viajar a Austria y Alemania. Alrededor de 1,000 personas se habían reunido en la explanada cercana a la estación, para protegerse de la lluvia de la mañana.

Con una flexibilidad de la que ha carecido el Gobierno húngaro de Viktor Orbán, Viena ha dispuesto durante la noche de un primer centro de acogida con la ayuda de la Cruz Roja en el pueblo fronterizo de Nickelsdorf. La llegada masiva de autobuses y coches está provocando grandes atascos en este punto de la frontera, con las autoridades revisando los vehículos para evitar situaciones como las de esta semana, cuando se descubrieron decenas de cadáveres en varios camiones que transportaban a ciudadanos sirios.

Visiblemente agotados, los refugiados han cruzado andando los últimos metros hasta territorio austríaco, en Nickelsdorf, donde fueron recibidos por la Policía, la Cruz Roja y numerosos voluntarios locales. (Reuters)

La Cruza Roja austríaca se ha instalado en el lugar con capacidad para atender a unas 5.000 personas, según ha explicado Walter Grashofer, uno de los coordinadores de este esfuerzo humanitario. (ansa)

Los refugiados, en su mayoría hombres jóvenes, reciben agua, té caliente, mantas para taparse, pan y chocolate. Además, los equipos de la Cruz Roja atienden con decenas de personas a muchos refugiados que sufren resfriados, dolores en los pies, ampollas y otras dolencias, como diabetes.
(ansa)

El ambiente en este primer lugar de recepción es muy calmado, a pesar de las grandes masas de personas que van llegando. Cientos de policías austríacos vigilan la zona, informan a los recién llegados en inglés (en la medida de lo posible) y se aseguran de que nadie se lastime en medio del tráfico intenso de autobuses que llegan y parten del lugar. (ansa)

"El problema es que tenemos pocos traductores. La gente tiene miedo y todos quieren salir de aquí lo antes posible, muchos incluso preguntan si pueden ya subirse aquí mismo a un tren rumbo a Alemania", cuenta uno de los agentes. (ansa)

Asam, un joven sirio, explica que en Hungría la policía lo maltrató, a pesar de tener un billete de tren de Budapest a Múnich. La mayoría de los refugiados afirman que el viaje ha sido muy largo y que allí, en Hungría, la manera en que les trataron fue horrible. (ansa)

Preguntan con insistencia si les van a tomar las huellas dactilares en Austria. Prefieren no ser registrados para poder llegar a Alemania o un país escandinavo, donde las tasas de aceptación de asilo son muy superiores al resto de Europa. En Hungría, por ejemplo, casi nadie recibe asilo, mientras que en Suecia la tasa de aceptación supera el 70%.(ansa)

Desde lo que hasta el año 2007 fue el punto fronterizo entre Austria y Hungría, los refugiados son trasladados en autobuses locales hasta la cercana estación de tren de Nickelsdorf, a donde llegan cada cinco minutos nuevos convoyes. Desde primera hora de la mañana, parten desde allí trenes especiales cada 30 minutos con destino Viena o Salzburgo, más al oeste de Austria, con capacidad para unos 400 refugiados cada uno. (ansa)

Otros refugiados, unos 1,400, serán llevados directamente en autobuses hasta la capital austríaca, informa la agencia APA. Y mientras miles esperan pacientemente a ser trasladados, otros no quieren esperar y se van caminando, bien hasta la estación de Nickelsdorf o bien intentan llegar directamente a Viena, a unos 70 kilómetros. (ansa)

La Policía austríaca estima que unos 10,000 refugiados de Oriente Medio podrían llegar a Austria a lo largo de este sábado. Hans Peter Doskozil, jefe de la Policía del estado federado de Burgenland, ha señalado que todavía hay un centenar de autobuses que están de camino a Austria. (ansa)

Ante la escalada de la crisis migratoria en Hungría, los gobiernos de Alemania y Austria accedieron en la noche del viernes a recibir a estas personas, aunque insistieron que se trata sólo de una situación excepcional y que la normativa de Dublín sigue en pie.(ansa)

Sólo a Hungría han llegado más de 160.000 personas de Oriente Medio en lo que va de año, en un intento de acceder desde allí a Europa Occidental, donde buscan seguridad y una vida mejor.(ansa)

Hasta 4,000 personas han llegado durante la madrugada a esta localidad austriaca fronteriza con Hungría, según datos de la policía, que espera hasta 10,000 a lo largo del día. Los refugiados son enviados desde el lado húngaro de la frontera hacia la estación de tren de Nikelsdorf, en Austria, o a un cercano pabellón de música, el Nova Rock Halle, donde se instaló hace unos meses un centro de acogida para refugiados.

Decisión inesperada

La decisión del Gobierno húngaro de última hora de fletar autobuses fue inesperada y contradictoria, pues mientras tanto había bloqueado las salidas de los trenes con destino a Europa occidental, lo que hubiera impedido el insalubre campamento de la estación de Keleti, en el centro de Budapest.

El primer contingente de refugiados, formado por unas 400 personas, entre ellas muchas mujeres y niños, desembarcaron en plena noche, bajo la lluvia y cruzaron a pie la frontera, según la agencia AFP. La "situación de emergencia" ha movido a las autoridades de Austria y Alemania a facilitarles el paso y ayudarles en su objetivo. Esta oleada de migrantes ha llegado al corazón de Europa atravesando varios países (Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría) y en el camino, aparte de todo tipo de impedimentos, han sido víctimas de traficantes de personas. (Gabriela Cañas / Luis Doncel / El País / Repubblica / EFE)