lunes, 31 de agosto de 2015

agosto 31, 2015
LOS ÁNGELES, 31 de agosto.- Más de 103 años después de que se hundiera el Titanic, aún siguen existiendo objetos del barco para cambiar de manos. El 30 de septiembre se subastarán varios de ellos, incluyendo un último menú que logró salvar uno de sus tripulantes, Abraham Lincoln Salomon, un superviviente del bote salvavidas número 1.

La subasta la llevará a cabo la casa Lion Heart Autographs de Nueva York, con ese menú de la comida, antes de que su hundiera el transatlántico tras chocar contra un iceberg, como lote estrella. Se espera que las cifras oscilen entre los 50,000 y los 70,000 dólares, no solo por el valor del documento en sí, sino por la historia detrás.

Al parecer, Lincoln Solomon se quedó con el menú, en un almuerzo el 14 de abril de 1912 que compartió con Isaac Gerald Fraunthal, que firmó el papel en lápiz por detrás. También se quedó con una entrada para los lujosos baños turcos del Titanic, un papel que podría alcanzar los 10,000 dólares en la subasta.


También existe una carta que una de las supervivientes le envió a Salomon seis meses después de la tragedia, y que se venderá al mejor postor entre 4,000 y 6,000 dólares. La escribió Mabel Francatelli, amiga de Cosmo Duff-Gordon, un aristócrata británico que dicen que trató de sobornar a la tripulación del barco para que pudieran disponer de un bote para unos pocos. Al final, se salvaron un puñado de millonarios cuando en realidad cabían 40 personas en esa embarcación de emergencia.

Tanto Duff-Gordon como su mujer, Lucy Duff-Gordon, fueron las únicas personas que tuvieron que testificar sobre lo ocurrido en el Titanic. Lo hicieron ante una comisión británica que determinó que no había habido intento de soborno ni irregularidad alguna.

En cuanto al menú de almuerzo de ese 14 de abril de 1912, se lee claro que el barco ofrecía rosbeef, un pastel de jamón y ternera, pollo a la maryland, salmón y anchoas noruegas, entre otras cosas, con opción de elegir entre el menú del grill o el buffet.

Los objetos salen a subasta al calor del 30 aniversario del descubrimiento de los restos del barco en el Atlántico Norte, donde se hundió el barco la madrugada del 15 de abril. Los anteriores intentos de rescate se habían topado con todo tipo de problemas meteorológicos y de otra índole, por lo que hubo que esperar 73 años para poder dar con el Titanic en el fondo del oceáno. (Pablo Scarpellini / El Mundo)