martes, 25 de agosto de 2015

agosto 25, 2015
LONDRES, 25 de agosto.- Es una de las grandes estrellas del cine mundial, pero no hay quien hable con él: Sean Connery está retirado “y ha pedido que rechacemos todas las peticiones de los medios”, responde su portavoz ante la solicitud de entrevista. Desde hace años, el escocés que se metió en la piel del Agente Secreto 007 vive alejado de los reflectores y hoy celebra, en la intimidad, su cumpleaños 85.

Connery ni siquiera se pronunció cuando el pasado septiembre sus compatriotas votaron en referéndum si deseaban o no independizarse del resto de Reino Unido; y eso que para este patriota nacido en Edimburgo no era un asunto menor, pues ya a comienzos de los años 90 se unió a las filas del Partido Nacional Escocés (SNP) y el título por el que se decantó para sus memorias tampoco deja lugar a dudas: “Ser escocés”.

Según su hermano, el motivo de su silencio fueron sus problemas con Hacienda: como Connery no tributa en Reino Unido, sólo puede residir en el país un determinado número de días. Los escoceses, en cambio, especulan con que el actor podría estar demasiado enfermo, algo que el hermano de éste niega. De acuerdo con él, Sean Connery sólo está demasiado ocupado.

Sean Connery se ha retirado del escrutinio público y dado un halo de misterio a sus últimos años. Apenas da entrevistas ni acude a actos públicos. Sólo hace excepciones con grandes eventos deportivos. (lapresse)

Thomas Sean Connery, a quien desde hace años precede el título de “Sir”, nació en 1930 en un barrio obrero a las afueras de Edimburgo. De niño repartía leche para contribuir a los ingresos familiares, pero pronto su atractivo físico le abrió las puertas de la interpretación. Tras quedar tercero en el concurso de Mister Universo y dar sus primeros pasos en el teatro, a finales de los 50, dio el salto al cine. Y entonces llegó James Bond.

Al servicio de su majestad, Connery rescató Inglaterra y el mundo en siete ocasiones, enfrentándose a villanos más o menos notables y seduciendo una serie de chicas Bond. Desde Dr. No (1962) a Nunca digas nunca jamás (1983), su agudeza escocesa, encantadora sonrisa y una buena dosis de ironía crearon un agente secreto con el que luego tendrían que medirse desde George Lazenby a Roger Moore o Daniel Craig.

Tampoco pasó desapercibido su atractivo. Tenía casi 60 años cuando la revista People lo coronó como “El hombre más sexy del mundo”. “Era brillante”, sentenciaba el también Bond Pierce Brosnan en un reciente homenaje de la BBC. “¿Mi Bond favorito? Sean Connery, sin duda”, afirmaba el director de Star Wars, George Lucas, y eso que curiosamente, el creador del personaje, Ian Fleming, lo rechazó en un principio.

No obstante, Connery logró emanciparse de su álter ego: en 1988 fue distinguido con el Oscar por su papel de reparto en Los intocables y brilló interpretando al monje Guillermo de Baskerville en la adaptación del clásico de Umberto Eco, El nombre de la rosa o como padre ficticio de Harrison Ford en Indiana Jones y la última cruzada, por la que fue nominado a un Globo de Oro. Actuó en más de 80 filmes, aunque no todos fueron aclamados por la crítica.

Además, a este hombre de expresivos ojos marrones tampoco le ha ido mal en el terreno privado. Desde hace cuatro décadas está casado con la francesa Micheline Roquebrune y tiene un hijo llamado Jason de un matrimonio anterior. En lugar de conceder entrevistas o seguir poniéndose ante las cámaras, el año pasado se entretuvo jugando golf en las Bahamas.

A lo largo de los años se sometió a varias operaciones y, que se sepa, superó al menos un cáncer. Cómo está ahora su salud es una incógnita, sencillamente porque el actor no se lo cuenta a nadie.

Pero pese a su intento de vivir alejado de la exposición pública, estos días vuelve a estar en boca de todos debido al inminente estreno de Spectre, la nueva entrega de la saga Bond. En ella, Daniel Craig vuelve a enfundarse un smoking blanco como lo hiciera Connery, referente en todo lo relativo al 007.

Política y escándalos

Sean Connery tiene dos tatuajes. Uno dice “Mom and Dad” (papá y mamá) y el otro Scotland Forever (Escocia por siempre), el cual se hizo cuando ingresó a la Marina y ejemplifica lo que Escocia significa en su vida.

Por ello, no es de extrañar que sea un ferviente defensor y activista de la independencia de Escocia del Reino Unido. En marzo de 2014, comentó que el referéndum que se realizaría seis meses después para evaluar la independencia de su tierra, era “una buena oportunidad como para perderla”. Aquel 18 de septiembre de 2014: Escocia votó en su mayoría por el No.

Perteneciente al Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), Connery ha apoyado año con año, y económicamente hablando, a este partido que sigue los preceptos nacionalistas a favor de la independencia. El histrión, que dejó su finca en Marbella, España, debido a un supuesto fraude fiscal del que salió librado para después instalar su residencia en las Bahamas, ha comentado que no regresará a Escocia hasta verla como nación independiente. Sus detractores han criticado sus actitudes y han cuestionado que en su momento haya aceptado de manos del gobierno británico un título honorario.

En cuanto al escándalo por el supuesto fraude fiscal realizado los 90, sobre irregularidades urbanísticas y evasión de impuestos, Connery salió bien librado en febrero de 2014 cuando un juez lo exoneró de cualquier responsabilidad; su esposa, la pintora Micheline, aún es investigada. (DPA / El Mundo)