jueves, 20 de agosto de 2015

agosto 20, 2015
MOSCÚ, Rusia, 20 de agosto.- El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó que el puente que deberá unir Rusia con la península de Crimea esté listo para 2018, pese a la profunda recesión que afecta a la economía rusa.

"Tengo grandes esperanzas de que se respeten los plazos de construcción. Este estratégico proyecto debe estar terminado para finales de 2018", dijo Putin a la prensa.

Putin, que visitó durante los últimos días la península anexionada por Rusia en marzo de 2014, destacó que los puertos crimeos no operarán a su máxima capacidad hasta que exista comunicación por tierra entre ambos territorios.
El presidente ruso Vladimir Putin inspecciona las instalaciones e infraestructura en el mar negro, puerto de Novorossiysk, sur de Rusia, hoy jueves 20 de agosto de 2015. En el recuadro se muestra el Estrecho de Kerch, que divide el Mar Negro del Mar de Azov.

El puente a través del estrecho de Kerch debía ser construido por rusos y ucranianos como parte de un proyecto conjunto acordado en noviembre de 2010, pero el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich en febrero de 2014 y la anexión de Crimea al mes siguiente trastocó esos planes.

Rusia decidió acometer por su cuenta el proyecto, a cargo de la compañía Stroigazmontazh del oligarca ruso Arkadi Rottenberg y con un costo previsto de 250 mil millones de rublos.

Rottenberg, amigo de Putin y dueño de una de las mayores constructoras del país, reconoció que las sanciones económicas occidentales impuestas a Rusia por su papel en la crisis de Ucrania obligarán a renunciar a materiales de construcción de países como Noruega u Holanda.

Ahora, para viajar a Crimea los rusos deben subirse a un avión o tomar un barco.

El estrecho de Kerch, conocido como la puerta al mar de Azov, tiene 41 kilómetros de largo, una anchura mínima de 4,5 kilómetros y una máxima de 15 kilómetros. (EFE)