viernes, 28 de agosto de 2015

agosto 28, 2015
pentagrama

Ayer, manejando mi auto y escuchando, como todas las mañanas, el noticiario que conducen  Alejandro Villalvazo e Iñaki Manero, me enteré y me sorprendió saber que existe una nueva ley a nivel nacional para los cines. Esta ley prohíbe introducir el refresco de la marca que sea, la golosina de la marca que sea, así como cualquier alimento, como podría ser un sandwich o una torta hecha en casa, so pena de ser consignados ante el Ministerio Público. Esto ocurrió hace unos días en Ciudad Obregón, Sonora, en donde una pareja, Kevin González López y María Deyanira Gutiérrez, al entrar al cine (Cinépolis), le revisaron su bolsa a la dama y le descubrieron dos jugos, una bolsa de frituras, salsa, cacahuates y dos burritos envueltos en aluminio, lo que propició que se le llame a la autoridad para que fuesen detenidos y llevados al MP, por esta ley que, según entendí, ya fue aprobada.

Ya de por sí el pagar la entrada a un cine es muy caro, y de encima te condicionan a consumir única y exclusivamente lo que venden en su fuente de sodas, que es sumamente cara, lo cual, obvio, lesiona la economía de aquellas familias que quizá cada mes o cada dos meses vayan al cine como un artículo de lujo. Hoy, con esta nueva medida, va a ser prácticamente prohibitivo asistir a esas salas.
Creo que una buena medida será el solo asistir a ver la película y no consumir nada hasta la salida o, antes de entrar, tragar algo.  

Exhorto a los cinéfilos a que si asisten a alguna sala, llámese como se llame, alguna sala de la compañía que sea, se abstengan de consumir algún producto de la fuente de sodas de la empresa que fuere, como una medida de protesta y de adhesión a todas aquellas personas que van al cine y cuya economía no les permite consumir de la fuente de sodas, por lo que llevan algún refresco o alguna golosina que hayan adquirido externamente.

Reultaría sumamente penoso y bochornoso, y más que nada ofensivo, que luego de pagar tu entrada al cine te detengan por llevar un Carlos V o una Sidra Pino y te turnen al Ministerio Público como un delincuente por tal afrenta a la ley de los cines. Es el colmo.