jueves, 20 de agosto de 2015

agosto 20, 2015
BANGKOK, Tailandia, 20 de agosto.- El líder norcoreano Kim Jong-un decretará hoy a las 17.00 horas el estado de guerra entre las tropas de su país destacadas en la conflictiva frontera tras el intercambio de artillería acontecido ayer a lo largo de la Línea Desmilitarizada, que separa a las dos Coreas desde su guerra civil. El incidente no produjo heridos.

Según la agencia oficial norcoreana KNCA, el líder supremo adoptó esa decisión en una reunión de emergencia mantenida el martes con la Comisión Militar Central, poderoso organismo de Defensa que él mismo preside, según la cual las tropas terrestres deberán asumir el "estado de guerra" y estar "totalmente listas para entrar en batalla y lanzar operaciones relámpago", mientras que la línea de demarcación quedará en "semi-estado de guerra".

Corea del Norte dispara contra los altavoces de Corea del Sur instalados en la frontera (enlace a nota donde se explica el lío de los altavoces). (AFP PHOTO/KCNA VIA KNS)

La decisión responde al súbito aumento de tensión en la frontera tras el incidente del día 4 de agosto, y que ayer se tradujo en intercambio de artillería. En aquella fecha, a principios de mes, tres minas aparentemente plantadas por Corea del Norte en la zona sureña de la demarcación causaron heridas de gravedad a dos oficiales surcoreanos que sufrieron la amputación de sus extremidades inferiores. Seul reaccionó con crudeza ante lo que tachó de "clara violación de los acuerdos de armisticio y de no agresión entre el Sur y el Norte". Acusó a su vecino norteño de estar tras el incidente -que el Norte atribuye al movimiento de viejas minas por causas meteorológicas o movimientos de tierra- decretó la alerta máxima en la línea de demarcación y reactivó las estaciones de megafonía que, dispersas a lo largo de la frontera, emitían hasta 2004 mensajes propagandísticos contra el régimen de Pyongyang, que respondió con la misma medida desatando una suerte de guerra propagandística que ahora amenaza con extenderse.

El Gobierno comunista -que repudia especialmente la guerra propagandística de su vecino, en cualquiera de sus formas- envió ayer una misiva al Ejecutivo sureño donde le instaba a cesar las emisiones radiofónicas antes del sábado, amenazando con iniciar "acciones militares" que ya se produjeron ayer. Tropas norcoreanas dispararon un proyectil de artillería contra una posición militar de la División 28 surcoreana, estacionada en Yeoncheon, a lo que los soldados surcoreanos respondieron con "docenas" de obuses de 155 milímetros que impactaron en territorio norcoreano, en un intercambio de fuego que no produjo heridos.

Seul ordenó la evacuación de un centenar de residentes de aldeas fronterizas en la provincia de Yeoncheon para minimizar la posibilidad de bajas pero se mantuvo firme en su decisión, desafiando el ultimátum con la decisión de seguir emitiendo mensajes contra su vecino.

Se trata de uno de los episodios más graves entre las dos Coreas, que siguen en guerra desde la guerra civil que las enfrentó entre 1950 y 1953, desde el año 2010, cuando cuatro surcoreanos -dos de ellos militares- fallecieron en un intercambio de fuego similar. El pasado octubre, soldados coreanos aumentaron la tensión tras cruzar fuego a costa de globos cargados con propaganda norcoreana, una de las tácticas más empleadas por los activistas disidentes acogidos en el Sur y que más nervioso pone al régimen de Pyongyang. Falta por ver cómo manejan ambos Estados la tensión militar sin que se traduzca en un conflicto abierto indeseable para ambos países. (Mónica G. Prieto / El Mundo)