martes, 21 de julio de 2015

julio 21, 2015
NUEVA DELHI, India, 21 de julio.- La policía sospechaba que Ravinder Kumar, de 24 años, podría estar relacionado con la violación y asesinato de una niña de seis años en Delhi. Así que la semana pasada fue detenido para interrogarle. Pero una vez entre rejas, Kumar ha confesado un crimen mucho mayor: en los últimos ocho años agredió sexualmente a más de 30 menores y sólo cuatro sobrevivieron.

Según su declaración, secuestraba a niños y niñas atrayéndolos con caramelos y los llevaba a lugares apartados para violarlos o abusar de ellos. Finalmente asesinaba a la mayoría y enterraba sus cuerpos, los tiraba en desagües o los escondía en zonas boscosas. La policía ha señalado que, en algunos casos, los delitos sexuales tenían lugar con la víctima ya fallecida. Estos crímenes supuestamente se produjeron desde 2008 en Delhi y en los estados vecinos de Haryana y Uttar Pradesh.

Ravinder Kumar. (@manoramaonline)

Kumar fue detenido el 16 de julio por supuestamente violar y asesinar a una niña en el este de Delhi que fue encontrada estrangulada en un edificio en obras. Sus padres habían denunciado su desaparición dos días antes.

En pleno interrogatorio el joven primero reconoció su implicación en 12 casos y ahora ha sumado otros 20, por lo que la policía no descarta que "muchos más casos salgan a la luz". Un equipo de investigación trata de relacionar las confesiones de Kumar con los casos sin resolver en estos últimos años.

Pero no todos los crímenes que ha declarado habían sido denunciados. La policía investiga el paradero de los cadáveres que faltan, una labor que los agentes van a realizar llevando al detenido allí donde tuvieron lugar los delitos.

El supuesto violador en serie afirmó no sentir ningún remordimiento por sus actos. "Yo solía beber y cometer estos crímenes. Me sentía mal, pero cuando volvía a beber, lo volvía a hacer", dijo al canal de televisión NDTV. El año pasado Kumar había sido arrestado bajo las sospechas de haber abusado de un menor, pero finalmente quedó en libertad.

La prensa local ha bautizado este caso como "Nithari, segunda parte" en referencia a una serie de asesinatos que conmocionaron a India en 2006. En aquella ocasión, los cuerpos de varias mujeres fueron encontrados en casa de un empresario en el pueblo de Nithari, al sureste de Delhi. El principal acusado de esos sucesos es el sirviente de la casa, que fue condenado a pena de muerte, si bien después se le revocó la pena máxima y fue sentenciado a cadena perpetua. Algunos de los asesinatos siguen hoy pendientes de resolver. (Víctor M. Olazábal / El Mundo)