miércoles, 1 de julio de 2015

julio 01, 2015
Juan Acuesta Rodríguez

En verdad resulta sorprendente cómo la Suprema Corte de Justicia de nuestro país declara constitucional una medida en que tres faltas en un mes, consecutivas o no, sean causa de despido. Eso hicieron ayer al declarar constitucional el artículo 76 de la Ley General del Servicio Profesional Docente, el cual establece que los mentores podrán ser cesados sin que exista una responsabilidad de la SEP.  Sería bueno quela SCJN también dictamine que es anticonstitucional no pagar horas extras y no pagar días inhábiles en que muchos maestros trabajan, como son los sábados y domingos. Domingos incluso se debe pagar triple.

El Pleno de la SCJN ayer. (Foto Cuartoscuro)

Creo que la Suprema Corte sí está totalmente dentro del Derecho a emitir ese fallo. Pero también justo sería que tomara en cuenta las necesidades de los empleados, sobre todo las de aquellos que no se atreven a decir “no” porque son de contrato.

No es posible que las instituciones gubernamentales sean las primeras en violentar la Constitución y los magistrados se hacen de la vista gorda porque saben perfectamente bien que eso ocurre en todas esas oficinas.

No es posible que nos estemos acercando a lo que tanto se combatió hace varias décadas, como lo fue en el Porfirismo. Hoy los jefes se sienten jefes e intocables y le llaman “respetar la institucionalidad”. Son unos lacayos del sistema y el empleado que levante la voz es un rebelde e indisciplinado y se hace acreedor a un castigo. ¡Ah! Pero si es de contrato, que se despida de la chamba, porque en el siguiente año o semestre ya no va a volver a ser contratado, si le fue bien de poder terminar el periodo ya establecido.

Sí estoy de acuerdo en que se sancione a las personas que naturalmente son faltistas y lacras, en oficialía, salud, turismo, educación, etcétera. A esos individuos que son altamente nocivos, sí castíguenlos, pero cuánto zángano hay que están sentados sin hacer nada o parados fumando y no se les señala absolutamente, puesto que son la gente de choque en las instituciones.

Por lo tanto, señores magistrados, yo no sé si se requiere de un recurso para que ustedes tomen de la mano esta situación que se está planteando. Que se respeten los derechos de los trabajadores. Así como tienen derechos, también tienen obligaciones, pero ustedes, magistrados, que ganan unos sueldos estratosféricos, sería prudente señalarles a todas las instancias gubernamentales que estén dentro del Derecho, como la Constitución, nuestra Carta Magna, se los señala.