lunes, 13 de julio de 2015

julio 13, 2015
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de julio.- El diario Reforma preguntaba en su primera plana cómo es posible que para la construcción del túnel se extrajera, según cálculos de expertos, 3,250 toneladas de tierra de los alrededores de la prisión sin que ninguna autoridad ni las tecnologías de seguridad del penal se percataran de ello. Otros medios pedían investigar si hubo filtración al cartel de los planos de la prisión El Altiplano.

La segunda fuga de “El Chapo” de una prisión de máxima seguridad mexicana puede agigantar las leyendas que le rodean. La primera vez que se evadió fue en el 2001 escondido en un carrito de lavandería.

Después de fortalecer su negocio y sostener sangrientas batallas contra sus enemigos durante los 13 años que vivió en la clandestinidad, “El Chapo” fue detenido en febrero del 2014 y el gobierno de Peña Nieto presentó la captura como su mayor triunfo en la lucha contra el narcotráfico.

Federales inspeccionan un sistema de tuberías en construcción en las cercanías del Penal de Alta Seguridad "El Altiplano". (Foto Yuri Cortez / AFP / Getty Images)

Sin embargo, si ahora “logra llegar a Sinaloa y esconderse en sus montañas, va a ser muy difícil su captura porque ahí tiene la protección de sus habitantes”, señaló el retirado ex jefe de operaciones internacionales de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) Mike Vigil.

Desde el domingo, la Procuraduría General de la República toma declaración a una treintena de empleados de El Altiplano, entre ellos su director, para establecer si jugaron algún papel en la fuga de “El Chapo”.

Sin que se percataran las cámaras de la prisión, Guzmán huyó por un orificio cavado debajo de la ducha de su celda, que daba a un túnel de 1.5 km de largo que tenía alumbrado, ventilación y hasta una motocicleta adaptada sobre rieles.

Este tipo de fuga “no se puede hacer sino a través de la corrupción o de la amenaza a custodios. No sólo se trata de ofrecer dinero, sino de amenazar a sus familias”, cree Javier Oliva, experto en seguridad de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con miedo de que la fuga de hace 14 años pudiera repetirse, desde Estados Unidos se había solicitado la extradición del capo, que es perseguido en ese país por diversos crímenes y es considerado el enemigo público número 1 en la ciudad de Chicago, Illinois.

El gobierno mexicano rechazó la petición estadounidense alegando que antes debía pagar por sus crímenes en el país y que esta vez no había riesgo de fuga.

Con su popularidad en baja desde la desaparición y presunta masacre de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en septiembre, la huida de Guzmán supone un duro golpe para el gobierno de Peña Nieto, que había hecho de la eficacia y la coordinación interna sus banderas para enfrentar al crimen organizado. (AFP)