miércoles, 15 de julio de 2015

julio 15, 2015
Armando "Catón" Fuentes Aguirre


Un golpe más. Don Cornulio sorprendió a su mujer en brazos -y todo lo demás- de un desconocido. Le dijo justamente indignado: “¡Infiel!”. Replicó ella con dolorido acento: “¡Ay, Corni! ¿Y no tomas en cuenta los muchos días en que te he sido fiel?”… Le preguntaron a un sujeto si conocía a Facilda Lasestas. “La conozco -respondió-. Tiene tanta actividad sexual que sus rodillas se han olvidado la una de la otra”… Frase poco célebre: “La luna de miel termina cuando el maridito deja de ayudar a su mujercita a lavar los platos… y empieza a lavarlos él solo”… Una académica norteamericana oyó hablar de la fogosidad de los italianos como amantes y decidió escribir un libro acerca de ese tema. Para el efecto viajó a Italia a fin de hacer la investigación de campo. En el curso de sus encuestas fue a un pequeño pueblo y vio a un hombre que trabajaba en su huerto. Se dirigió hacia él, y después de presentarse le hizo la pregunta clave de su investigación: “¿Cuántas veces al año hace usted el amor?”. Contestó el hombre: “Quince veces”. La académica se desconcertó. Aquella respuesta no cuadraba con la fama de viripotencia de los italianos. Le dijo: “No es mucho”. Contestó el hombre: “Tampoco está tan mal si se toman en cuenta dos factores. Primero: no tengo coche. Segundo: soy cura”… Entre tumbas y tumbos va transcurriendo dificultosamente el sexenio de Enrique Peña Nieto. Tumbas: Tlatlaya, Ayotzinapa. Tumbos: el desdichado asunto de la llamada Casa Blanca y ahora este patético suceso de la fuga del Chapo Guzmán. Es el mayor criminal del mundo, y sin embargo se fuga con una facilidad que hace objeto de sospecha a sus custodios -si es que en verdad lo eran- y pone en la picota del ridículo al Presidente, a los encargados de la seguridad y al propio país. Peña Nieto empezó su gestión a tambor batiente, con una serie de reformas rutilantes que luego han ido naufragando sobre todo por causas de debilidad, como es el caso de la malhadada reforma educativa, defendida más por los ciudadanos -el caso de Mexicanos Primero- que por los encargados de aplicarla. La escapatoria de aquel notorio delincuente es cosa para indignar a la nación, pero las redes sociales la volvieron tema de risa. En este vodevilesco asunto sólo falta que el Gobierno contrate al Chapo como asesor en materia de seguridad, igual que tiene contratado como maestro a Rubén Núñez, el líder oaxaqueño de la CNTE. (Pido perdón al Chapo por la comparación). Eso de un túnel de mil 500 metros de largo y con servicio motociclísto de shuttle es en verdad para mearse de risa. Hace recordar una cancioncilla de zarzuela: “Lo que es el caletre, lo que es la mollera, / a ver si este chisme lo inventa cualquiera”. El nuevo tropiezo en la administración de Peña Nieto aumentará seguramente el pesimismo e incredulidad que privan entre los mexicanos, y constituye un golpe más a la imagen del Presidente, ya de por sí tan maltratada. Es una pena que la corrupción de funcionarios segundones afecte en modo tan grave a la Presidencia y a la nación misma. Este deplorable sucedido debe ser una sacudida para el régimen. Si no se quiere naufragar en el descrédito definitivo y total son necesarios cambios radicales y actitudes firmes que den a la ciudadanía la certidumbre de que el barco no va sin timonel. Narraré ahora algunos lenes chascarrillos de humor vago que sirvan para aliviar siquiera un poco el malestar de la República… En la playa una exuberante rubia en minúsculo bikini llamaba la atención de los varones. Algunos se habían congregado en torno suyo para verla. Doña Macalota le preguntó a su esposo don Chinguetas: “¿Qué tanto le ven a esa mujer?”. “No sé -respondió él-. Déjame ir a investigar y luego regresaré a informarte”… Don Algón llamó al empleado Ovonio y le dijo: “Voy a mezclar los negocios con el placer. Estás despedido”... El muchacho le confió a su papá: “Me preocupa mi novia. La veo demasiado interesada en la cuestión del sexo”. “Cásate con ella -le aconsejó su padre-. Si es como tu mamá, después de la boda ese interés le desaparecerá”... El jefe de personal le preguntó a la chica que solicitaba empleo: “¿Cuál fue su última posición?”. Respondió ella: “Yo arriba”... FIN.