sábado, 23 de mayo de 2015

mayo 23, 2015
Armando "Catón" Fuentes Aguirre


Hermosa tarea. “A ver si le llega esta carta. Yo creo que sí, pues a usted todos lo conocen”. Recibí la carta, en efecto. Quien me la envió, don Rafael Guerra Arias, puso en el sobre simplemente: “Catón. Domicilio conocido. Saltillo”. Gracias al buen servicio postal de mi ciudad llegó a mis manos la misiva de don Rafael, quien es dueño de dos orgullos grandes, entre muchos otros: Tiene 92 años de edad y vive en León. Cuando uno de mis cuatro lectores me escribe una carta siento el impulso de reproducirla, no por falta de modestia sino por sobra de agradecimiento. Me dice don Rafael: “Desde que vi la noticia de que en la Feria del Libro de esta ciudad estaría el famoso periodista Catón para presentar su libro ‘Plaza de almas’, mi idea fue estar presente. Cuando llegué, las sillas estaban completamente ocupadas, y mucha gente de pie. Un señor me ofreció su lugar, y pude oír la maravillosa presentación que usted hizo de su hermoso libro, la cual agradecimos con frecuentes aplausos. Después la innumerable audiencia se volcó para hacer una interminable fila y esperar su anhelada firma. No me formé a tiempo, y calculé que llegaría más o menos en dos horas. Dada mi edad me cansaría mucho. Pero Dios no falta, y cuando otro señor que ya iba a llegar notó mi angustia me ofreció que me formara con él. Al llegar yo usted gentilmente se levantó, y dándome un abrazo me dirigió unas amables palabras. Nos tomamos una fotografía y me obsequió en mis libros tres magníficas dedicatorias que serán mi tesoro. Luego mi esposa, mi hija y yo fuimos a comer al restaurante de la Feria. Regresamos después de una hora y nos percatamos de que usted seguía firmando, y aún le faltaba mucho para concluir. Fueron tres horas las que ocupó para firmar autógrafos a la multitud. Debe haber quedado exhausto, pero seguramente contento por haber cumplido la hermosa tarea de ese día”. Una carta así no sólo ilumina el día: Ilumina también la noche, y con ella la semana, el mes y el año. Don Rafael me envió también la generosa reseña que de mi presentación hizo el colega Luis Armando Espinosa, del periódico AM, mi casa de trabajo en Guanajuato. Trascribo partes de su crónica, cuyo título es: “Ovacionan a Catón”. “Los lectores disfrutaron con las emotivas historias y el magnetismo personal de Armando Fuentes Aguirre en la presentación de su libro ‘Plaza de almas’. Catón relató algunas de esas historias de manera espléndida. El tono y volumen de su voz, el detalle narrativo, una actitud segura y firme, claridad, buena pronunciación, fueron las habilidades que mostró para mantener al público al borde de las lágrimas. Expresó: ‘Todos los seres humanos tienen algo que decir. En cada uno podemos ver la representación de esa gran fraternidad que nos une por nuestro común origen. Todos somos únicos e irrepetibles. Cada uno de nosotros es el centro del universo. Quise en ‘Plaza de almas’ hablar de mi prójimo, de los buenos y de los que quizá no merezcan que los llamemos buenos, pero que también merecen que los llamemos hombres’. Al final de la presentación las palabras de Catón merecieron una ovación de pie de todos los presentes”. El autor de esta amable crónica recogió las opiniones de algunos de los asistentes. Manifestó Ester Rojas: “Me gusta mucho la generosidad de don Armando, su atención con la gente. Además es muy divertido, escribe muy bien”. Declaró Jesús Cardona: “Sus chistes y su opinión política es lo que más me gusta de Catón. Su presentación estuvo excelente, me hizo reflexionar sobre la muerte”. Dijo Graciela Belmonte: “Tengo todos los recortes de sus publicaciones. Me agrada su pensamiento tan inteligente. Sus escritos y su forma de ser te impulsan al cambio”. Alejandra González expresó: “Tengo más de 30 años leyéndolo. Me gustan su parte humana y su humor”. Y opinó Jesús Galindo: “La forma en que habla de política hace falta en estos momentos de tanta corrupción”. Gracias a toda esa gente tan gente -quiero decir tan buena- por sus bondadosas opiniones sobre mí y sobre mi trabajo. Y gracias a mis cuatro lectores -los de León entre ellos- por la forma en que han recibido mi más reciente libro, “Plaza de almas”, y por haberme permitido hoy sacar a luz la mía. FIN.