viernes, 17 de abril de 2015

abril 17, 2015
DALLAS, Texas, 17 de abril.- Científicos encabezados por expertos de la Universidad de Texas en Austin excavarán frente a las costas mexicanas de Yucatán para tomar muestras de la base del cráter que dejó el asteroide que se cree causó la extinción de los dinosaurios.

"El objetivo de la exploración es recuperar una sección transversal de tierra en el centro del cráter Chicxulub en la Península de Yucatán en México", explicó Sean Gulick, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas en Austin, en un comunicado.

Enlace a Asteroid terminated dinosaur era in a matter of days.

Las muestras obtenidas de la exploración se utilizarán para promover el estudio de la evolución de la vida en la Tierra, así como el proceso de formación de cráteres de impacto, precisó Gulick.


El cráter de Chicxulub "es el único cráter de impacto vinculado a un evento de extinción masiva, por lo tanto, es una oportunidad increíble para estudiar cómo la vida se recuperó después de la extinción" de los dinosaurios, hace 65 millones de años, añadió.

Los sedimentos que llenaron el cráter deben tener muestras de organismos que vivieron en el fondo del mar y en el agua y que estaban allí para la primera recuperación después del evento de extinción masiva, explicó el experto.

Afirmó que "la esperanza es que podamos ver cómo volvió la vida" tras el catastrófico evento.

La expedición, que tendrá una duración de dos meses y un costo de unos 10 millones de dólares, será financiada por el Consorcio Europeo para la Investigación Oceánica de Perforación (ECORD) y el Programa Internacional de Perforación Científica Continental (ICDP).

En la investigación participarán también científicos del Imperial College of London en Inglaterra, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) .

Tras la exploración, la mitad de las muestras extraídas serán enviadas a Alemania, donde un equipo internacional de geólogos las analizará, mientras que la otra mitad será almacenada en la Universidad Texas A&M para futuras investigaciones. (NTX)