jueves, 2 de abril de 2015

abril 02, 2015
CIUDAD DEL VATICANO, 2 de abril.- El 2 de abril de hace 10 años los medios de información recibían la noticia de que a las 21:37 Juan Pablo II, ahora santo, había muerto en sus dependencias privadas.

Los miles de fieles que se habían concentrado para rezar por el primer papa no italiano en la Plaza de San Pedro lo intuyeron cuando se encendió la luz de la ventana de los apartamentos papales en el palacio apostólico.

“Queridísimos hermanos y hermanas: a las 21:37 nuestro amadísimo santo padre Juan Pablo II ha regresado a la casa del Padre. Recemos por él”, así lo anunció conmocionado Leonardo Sandri, el sustituto de la Secretaría de Estado y durante muchos años estrecho colaborador del papa polaco, a los fieles concentrados en la plaza con velas y rosarios.

Pocos minutos después sonaban las campanas de la basílica para anunciar al mundo que Juan Pablo II había fallecido.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje al papa polaco, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la Basílica de San Pedro.

El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el Cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.



Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011 y fue canonizado por el Papa Francisco el 27 de abril del 2014, junto a San Juan XIII.


San Juan Pablo II lideró la Iglesia Católica durante 26 años y 5 meses, siendo el suyo el tercer pontificado más largo en los más de 2,000 años de historia de la Iglesia.

En estos 10 años, la figura del papa de los récords, con sus 26 años de pontificado y más de 100 viajes fuera de Italia, no ha dejado de ser recordada en los encuentros católicos con los fieles que aún llevan a San Pedro las fotos como recuerdo de Wojtyla.

Aunque no habrá ningún acto para recordar el décimo aniversario de su muerte, ayer el papa Francisco rememoró la efeméride durante la audiencia general ante decenas de miles de fieles.

“Mañana (por hoy jueves) se cumple el décimo aniversario de la muerte de San Juan Pablo II. Lo recordamos como gran testigo de Cristo sufriente, muerto y resucitado y le pedimos que interceda por nosotros, por las familias y la Iglesia, para que la luz de la resurrección resplandezca sobre todas las sombras de nuestra vida y nos llene de alegría y paz”, dijo el Pontífice.

Oración Oficial a San Juan Pablo II  


¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!

Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia!

Tú advertiste el asalto de satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.

Cardenal Angelo Comastri 

Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano


Recuerdos

El recuerdo de Karol Wojtyla volvió a estar presente también en las palabras que Francisco dirigió a los jóvenes y a los enfermos.

“Que su ejemplo y testimonio permanezcan siempre vivos entre nosotros. Queridos jóvenes, aprendan a afrontar la vida con su ardor y su entusiasmo. Queridos enfermos, lleven con alegría la cruz del sufrimiento como él nos enseñó”, señaló.

El diario de la Conferencia Episcopal italiana, Avvenire, recordó ayer los numerosos testimonios de aquella noche de la muerte de Juan Pablo II, como el del cardenal polaco Stanislaw Rylko, que se encontraba junto a él en el momento de su muerte y que asegura: “Nunca podré olvidar esos momentos, que quedaron esculpidos en mi corazón y el silencio de oración en el que nos sumimos”.

Rylko destacó “el extraordinario alcance del magisterio de San Juan Pablo II” y destacó: “sigue siendo una brújula segura para la Iglesia de nuestro tiempo en un mundo marcado por una profunda crisis de Dios y por consiguiente en una crisis del hombre”.

El cardenal polaco recordó cómo Wojtyla murió en la vigilia de la fiesta católica de la Divina Misericordia, que el mismo instituyó, y cómo ahora Francisco ha convocado un Jubileo sobre este mismo tema.

“Misericordia” será además el tema de la Jornada Mundial de la Juventud, que también instituyó el papa polaco, y que se celebrará en 2016 en la Cracovia de Wojtyla.

Los mensajes del magisterio de Juan Pablo II están posiblemente más vivos que nunca en el día a día de la Iglesia.

Francisco definió a Wojtyla como el papa de la “familia” porque era éste uno de los temas que más trató, como en su exhortación apostólica “ Familiaris consortio ”, y del que ahora el pontífice argentino siguió ocupándose al convocar dos sínodos de obispos sobre esta temática. (EFE / dpa / laprensagrafica.com / lavoz.com.ar / aciprensa.com / Repubblica)