domingo, 26 de abril de 2015

abril 26, 2015
Bajo Reserva Exprés / Periodistas de El Universal


Todo avanza para que de nueva cuenta la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) vuelva a tener la rectoría en el diseño de las políticas y en la prevención de las adicciones en México, que perdió en la administración del presidente Felipe Calderón. Nos comentan que la política de dispersar la lucha contra el consumo de drogas lícitas e ilícitas no dio los resultados esperados pues las edades de inicio bajaron y aumentó el número de adictos a algunas sustancias por lo que ahora se buscará revertir esa tendencia. En la pasada administración se decidió separar, por un lado, el diseño de los programas cuya tarea recayó en la Conadic. Por otro lado se encargó la prevención de adicciones en  una nueva área que fue creada: el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (Cenadic), cuyas tareas recaían en la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud. A raíz de que tomó las riendas de este organismo Manuel Mondragón y Kalb, ya existe un proyecto enviado a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria para que la Conadic sea un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud y se construya un frente más poderoso contra el consumo de drogas de todo tipo.

La “bondad” de los panistas


Los panistas tan dados a citas bíblicas olvidaron aquella que reza: “Tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”. Ayer en un acto de campaña para apoyar a la candidata del PAN a la alcaldía de Guanajuato, Ruth Luna, y en el que estuvo presente la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, fue llevada Alondra Luna, la niña que la semana pasada vivió una odisea cuando las autoridades mexicanas la sacaron del país para entregarla a una mujer que decía ser su madre, pero que después de practicados exámenes de ADN, se confirmó que era falso y la menor fue repatriada a México y regresada a sus padres. Este hecho originó que los padres de Alondra dijeran que ella no podría tener fiesta de XV años, pues habían gastado el dinero que tenían en los esfuerzos por recuperar a su hija. Los panistas guanajuatenses, en un acto de desinteresada generosidad, se ofrecieron para pagar la fiesta de la niña, quien ayer fue “invitada” a participar en el acto de campaña. Pura bondad.

Una campaña pobre, es una pobre campaña

En donde no hay pobrezas ni carencias, nos dicen, es en la campaña de la priísta Alejandra Barrios, quien busca ser jefa delegacional en Cuauhtémoc. Nos comentan que doña Alejandra hace campaña con decenas de colaboradores que reparten propaganda por toda la delegación, y cuando ella llega a algún lugar, lo hace rodeada de un gran séquito. La pregunta que se hacen otros candidatos es cómo le hace la líder de los ambulantes, porque hay quienes apenas pueden traer a unos 10 colaboradores, sobre todo porque los recursos económicos son limitados, problema que al parecer no tiene la señora Barrios.

Layda Sansores y sus dos trabajos


La aguerrida y crítica senadora del PT, Layda Sansores, se fue de candidata al gobierno de Campeche, pero sin pedir licencia, lo que le garantiza varios meses de dieta directa al bolsillo, nos comentan. El hecho no es ilegal, pero es singular. Otros senadores que han ido a campañas electorales pidieron permiso al pleno, una cortesía política que no ha tenido doña Layda, quien, en más de una ocasión les ha cantado sus verdades con altos decibeles a sus compañeros que abusan de los dineros públicos. ¿Qué diría Layda de Layda? Nos dicen en el Senado que si no gana la elección, en septiembre, cuando esté de vuelta en el escaño, podrá devolver los recursos correspondientes a los meses de ausencia, una cifra de dinero bastante considerable.

¿Y dónde está el diputado?

El diputado federal del PRD, Luis Espinosa Cházaro, aseguró hace unas semanas que sí podía desempeñar su cargo como legislador y hacer campaña para buscar ser delegado de Cuajimalpa y por eso no pediría licencia. Sin embargo, don Luis se ha ausentado a las sesiones de la Cámara de Diputados desde el 8 de abril pasado y ha dejado de votar 22 dictámenes, incluida la Ley Ficrea y la de Armas, a la que tanto se opuso su bancada según el registro de votaciones públicas de San Lázaro. Cházaro cobra como diputado, pero trabaja como candidato.