martes, 31 de marzo de 2015

marzo 31, 2015
UAGADUGÚ, Burkina Faso, 31 de marzo.- Tras la tensión mantenida durante el recuento de votos en las jornadas del lunes y el martes, ya se conoce al próximo presidente que gobernará Nigeria. Con el escrutinio de los votos en todos los estados del país menos en Borno, estado del norte que dará aún más ventaja al ex general Muhammadu Buhari, éste obtiene la mayoría absoluta con un 53.23% (14.951,140 de votos) frente a un 45.67% (12.827.522 de votos) del hasta ahora -y desde 2010- presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, quien ya admitió su derrota. Este cambio político traspasará el poder además a un nuevo partido político, pues el PDP llevaba en el gobierno desde 1999.

El general Buhari ya presidió el país durante dos años tras dar un golpe de Estado en 1983. El ex militar ha obtenido la mayoría absoluta gracias a los estados del norte del país. (AP / dpa)

En la jornada del lunes se dio a conocer el escrutinio de 18 estados de los 36 que conforman Nigeria, así como el de la capital. Estos primeros resultados electorales mostraban un pulso entre los dos principales partidos que se han jugado la presidencia de los próximos cuatro años de la primera potencia económica africana, primer exportador de petróleo y país más poblado de este continente. El opositor Buhari, al frente del partido Congreso de Todos los Progresistas (APC) obtenía el 56,16% de los votos, mientras que el Partido Democrático Popular (PDP) del presidente Jonathan obtenía el 42.72%. Este martes se han dado a conocer a cuenta gotas los resultados de las votaciones en los 18 estados restantes y que han declarado vencedor al partido de la oposición.


Muhammadu Buhari, procedente del estado norteño de Katsina, fue ya presidente de Nigeria entre diciembre de 1983 y agosto de 1985 tras obtener el poder a través de un golpe de Estado. Se presentó como candidato presidencial en las elecciones de 2003, 2007 y 2011, quedando en las tres ocasiones como segunda fuerza política con un 32.19%, un 18.66% y un 31.98% respectivamente. Este candidato de la oposición ha obtenido la posibilidad de ganar estas elecciones de 2015 debido a la creación en 2013 del Congreso de Todos los Progresistas (APC), una coalición que ha reunido la fuerza de cuatro partidos de la oposición.

En un primer momento se consideró que el problema de seguridad con Boko Haram en el noreste del país podría perjudicar a los resultados de las elecciones, penalizando al candidato de APC, que tiene la mayoría de sus partidarios en el norte. Sin embargo, ha sido gracias al norte que Buhari ha obtenido la mayoría absoluta para gobernar durante cuatro años el gigante africano.

No obstante, el partido de la oposición ha obtenido el apoyo de estados que no se lo dieron en las pasadas elecciones de 2011. Manteniendo a sus partidarios en el norte y en el estado de Osun, en el sur, -gobernado hasta ahora por Congreso de Acción de Nigeria (ACN), uno de los partidos que conforman la coalición de APC-, el partido de Buhari ha ganado la mayoría de los votos en seis estados del sur (Lagos, Kwara, Oyo, Ogun, Ondo, Kogi) que antes pertenecían al PDP.

Buhari fue conocido durante el tiempo que gobernó Nigeria, entre 1983 y 1985, por sus medidas de austeridad que ahora podrían ayudar a resolver el problema económico del país, afectado por la caída de los precios del petróleo a nivel mundial, producto que supone el 14% de su PIB. Además, se le considera competente para resolver los problemas de seguridad. Otros retos a los que deberá enfrentarse el nuevo presidente de la República Federal de Nigeria son el crimen y los conflictos en el Delta del Níger; el paro, que alcanza las peores cifras en el norte del país históricamente olvidado, y la pobreza. En Nigeria, a pesar de ser la primera economía de África, superando a Sudáfrica, más del 60% de la población vive en la pobreza. Asimismo, más de 10 millones de niños y niñas no tienen acceso a la escuela y la tasa de mortalidad materna es de las más altas del planeta.

Goodluck Jonathan, castigado

Por su parte, Goodluck Jonathan ha mantenido la fidelidad de muchos estados sureños, y con más del 90% de los votos a su favor (también en 2011) en ocho de ellos (Enugu, Anambra, Abia, Akwa Ibom, Bayelsa, Cross River, Rivers y Delta). Sin embargo, en otros (como Lagos, Edo o Taraba) ha sido castigado. Entre las debilidades del presidente de Nigeria desde 2010, tras remplazar a su predecesor por su estado de salud, y ganar las elecciones en 2011, se encontraban las acusaciones al ejecutivo de no haber hecho lo suficiente contra Boko Haram ni la corrupción de las instituciones nigerianas. El norte acusa al gobierno de Jonathan de no invertir en educación, sanidad e infraestructuras en esta zona del país.

Aunque Jonathan ha reconocido su derrota, ahora habrá que esperar que se tomen las medidas de seguridad pertinentes para evitar los episodios de violencia postelectorales. Tras conocerse los resultados de las elecciones de 2011, los enfrentamientos dieron lugar a la muerte de unas 800 personas. En caso de que ganara Goodluck Jonathan se preveía violencia entre partidarios de uno y otro candidato en los estados del norte. En el escenario de saberse victorioso Muhammadu Buhari, preocupaba el estallido de violencia en el estado petrolero del Delta, donde la falta seguridad también se ha convertido en un reto. Como pudo observarse en la jornada electoral del sábado, la Comisión Electoral tuvo que suspender las votaciones en la comunidad de Udu (estado del Delta), según explicaba el periódico local 'The Punch', debido a que no se podía garantizar la seguridad en esta área. (María Rodríguez / El Mundo)