sábado, 14 de marzo de 2015

marzo 14, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 14 de marzo.- Bajo la premisa de que en México desconocemos la forma en la que se debaten y discuten las ideas, el escritor y periodista Maruan Soto Antaki anunció que se llevará a cabo una mesa panel sobre el tema, en la que también estarán sus colegas Jorge Alberto Gudiño y Adrián Curiel.


“No tenemos la menor idea de cómo se discute en México. Estamos convencido que  cuando uno discute es para ganarle al otro. Las discusiones  inteligentes no se tratan de eso, y ese tipo de cosas, que las tenemos permeadas en la política, también están en la literatura”, sostuvo en entrevista.

La actividad, que forma parte de la oferta cultural de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2015 (FILEY), se llevará a cabo este sábado 14 de marzo a las 20:00 horas en el Salón “José Emilio Pacheco”  del Centro de Convenciones Siglo XXI.

El autor de “Casa Damasco” explicó que esta es la segunda vez que se realiza la mesa de debate, la primera fue en la recién concluida Feria del Palacio de Minería.

“Lo que trato de hacer es reunir distintos autores en distintas ferias para hacer debatir temas que rodean la literatura y la industria literaria”, comentó.

En esta ocasión, coincidirán en la FILEY Jorge Alberto Gudiño, quien además presenta su más reciente novela, “Justos después del miedo” Adrián Curiel, que radica en Mérida, y el propio Soto Antaki. Los tres pondrán a discusión el estado en el que se encuentra actualmente la crítica literaria en el país.

“Históricamente en todos los países del mundo, incluso en los que leen más, (la crítica) es el principal vehículo para acercar a los lectores. No es la televisión, son las reseñas y son los críticos literarios los que lo hacen ¿Qué pasa si no tenemos una crítica que, al parecer, no sea honesta o sí la tenemos?”, apuntó.

Maruan Soto presentó anoche su más reciente novela,  “La carta del verdugo”; en ella  narra la historia del último ejecutor francés, antes de que en ese país se aboliera la pena de muerte en 1981. “Este personaje simboliza la muerte; lo peor que puede tener una sociedad que pensamos es muy refinada”, concluyó. (Boletín)