martes, 31 de marzo de 2015

marzo 31, 2015
Jesy Ávila

¡Hola!

No tengo el gusto de conocerte, pero tú a mi sí. El pasado 21 de marzo aproximadamente a las 7:30 p.m., en el estacionamiento de Plaza Sendero cerca del módulo de Infonavit, extravié mi celular, un Galaxy s5 con una funda fushia con negro. No quiero que me lo regreses, pero devuélveme mi tarjeta microsd, con la información que contiene, así como fotos, música y cosas del trabajo y la escuela.

Quiero contarte algo, cuando adquirí ese teléfono, que tienes hoy en tus manos, me sentí orgullosa, porque lo conseguí gracias a mi esfuerzo y trabajo; no sabes cuántos años esperé para tener uno así, y te voy a decir por qué, mis padres me dieron estudios, alimentos, vestido y un techo dónde vivir, también me dieron un móvil, puesto que es un mal necesario, pero no podían comprarme uno como ese. Gracias a que aproveché al máximo todo lo que me dieron, hoy tengo un empleo y por consecuencia un sueldo, y cuando sentí que ya lo podía comprar, no pude esperar más y lo hice. Te felicito, pues eres muy afortunado (a) por haberlo encontrado, disfrútalo mientras puedas, porque yo podré comprar otro así o mejor.

Te reitero, y esperando que no la hayas borrado, por favor, devuélveme la memoria, llévala a la caseta de seguridad de la plaza, aquella que se encuentra junto a los baños del área de restaurantes, cuando lo hagas avisa a este correo electrónico j-avil@hotmail.com, y en recompensa lo desbloquearé y te lo podrás quedar. Cuando me di cuenta que ya no lo tenía me desesperé, grité, lloré e incluso te deseé lo peor, lo más perverso que puedas imaginar y no me refiero a la muerte.

Aún me siento triste, no te guardo rencor, pero poco a poco me decepciona la gente de esta ciudad tan hermosa, que se está volviendo ambiciosa y que está perdiendo el valor de la honestidad, pero aún hay esperanza, podemos corregir el camino.

Atentamente:

Una mujer que trabaja y lucha por lo que quiere.

Actualización (sábado 4 de abril de 2015):

Aún no he recibido respuesta alguna, varias personas me sugirieron que asista a la administración de la plaza, pero después de escuchar que uno de los jefes de seguridad refiriéndose a mí, diga "A ver si se fija más", ya no regresé, para que me digan algo semejante o más grosero, aclaro, reconozco que fue descuido mío. Por eso recurro a los medios electrónicos, para que le llegue el mensaje a esa persona.