jueves, 5 de marzo de 2015

marzo 05, 2015
Carlos Loret de Mola Álvarez / 5-III-15

El Chapo, El Chayo, La Tuta. Todos cuidaron al extremo su primer círculo de seguridad, pusieron a prueba a sus más leales, cambiaron de casas, celulares y vehículos… pero cayeron. Cayeron por los descuidos del corazón.

Así me lo cuentan distintos funcionarios que han estado involucrados en los operativos de inteligencia.

El más reciente significó la captura de Servando Gómez Martínez, alias La Tuta. Según fuentes, un comando de élite de la Policía Federal estaba siguiendo en Morelia a varios personajes allegados al líder de Los Caballeros Templarios cuando algo les llamó la atención: 


Una de las personas a quienes tenían identificadas como parejas sentimentales de La Tuta empezó a salir de su vivienda más arreglada, maquillada, mejor vestida, con bolsas de mano caras.


Cuando de plano la vieron en un vehículo nuevo dedujeron que Servando Gómez tenía que estar cerca de ella. Lo confirmaron cuando la detectaron transportando un pastel el día del cumpleaños del prófugo. La madrugada del viernes ella fue una de las ocho personas detenidas junto con La Tuta.

Algo similar sucedió con Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo. El fin de semana previo a su captura se había escapado por unos minutos. Según el reporte de los marinos de élite que lo persiguieron, huyó a través de túneles conectados al sistema de drenaje de Culiacán. Lo dieron por fugado. Fue un día de brutal desánimo para los uniformados porque sabían que transcurrirían meses antes de que pudieran estar otra vez cerca del hombre más buscado del mundo.

Pero no fue así. Al poco tiempo detectaron al Chapo en Mazatlán. Ahí lo arrestaron. Durante su traslado al DF le preguntaron por qué no había huido a la sierra donde no lo podrían encontrar pronto, por qué se había quedado tan cerca, en una zona urbana. Cuentan que El Chapo les contestó que quería pasar una noche con su esposa antes de perderse en las montañas por una larga temporada. Esa noche le costó la libertad. Estaba con su esposa cuando lo aprehendieron.

Al poco tiempo cayó Nazario Moreno, alias El Chayo, fundador de los cárteles de La Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios. Según el reporte oficial de la Secretaría de Marina, el líder criminal decidió celebrar el cumpleaños al lado de su novia Carmen.

Así que dejó la recóndita sierra michoacana donde se escondía y bajó al pueblo. En la madrugada, regresó a su guarida siguiendo el caudal del río en los lomos de un burro. Fue ahí cuando, de acuerdo con el expediente, los marinos le marcaron el alto, él disparó en respuesta y lo abatieron.

El amor. Que captura. Que mata.

SACIAMORBOS. En las cercanías del ex procurador Murillo confirman que, como publicamos aquí, la llevaba mal con casi todos sus compañeros del gabinete de seguridad. Pero lo atribuyen a que no les permitía avanzar en sus “ocurrencias” para tratar de apagar fuegos como los de Ayotzinapa, Tlatlaya y la CNTE.