sábado, 28 de marzo de 2015

marzo 28, 2015
Bajo Reserva Exprés / Periodistas El Universal

INSATISFACTORIO. El informe del relator de la ONU, Juan Méndez, sacudió a la diplomacia mexicana. (Foto: EFE/Archivo)

A principios de marzo, el relator especial de las Naciones Unidas sobre tortura, Juan Méndez, presentó un informe que ponía muy mal a México en el terreno: hay tortura generalizada. Tan pronto como se conoció el señalamiento, la diplomacia mexicana se aprestó a responder que reconocía el fenómeno en algunos casos y en algunos tramos de la aplicación de justicia, pero que no había una situación generalizada en el territorio. Desde el equipo del canciller José Antonio Meade se cuestionó la metodología de Méndez, a quien ubicaron con una fuerte carga de "activista" y que no se comportaba como un represente del organismo multilateral, nos comentan. El punto que permitió desacreditar el informe fue justo en el momento en que los diplomáticos mexicanos registraron un video donde el relator argumenta que la metodología aplicada en su reporte sobre la tortura en México "es rudimentario e insatisfactorio en muchos niveles", nos explican. A partir de ahí, nos mencionan, la diplomacia mexicana comenzó a esparcir la "poca seriedad" del trabajo de don Juan, a quien también señalaron de recibir testimonios de "oídas". El punto más álgido llegó con los señalamientos del subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la cancillería, Juan Manuel Gómez Robledo, quien dijo que el relator había actuado de manera "irresponsable (y) poco ética". Y, para reforzar el malestar de la diplomacia mexicana, el secretario de Relaciones Exteriores avaló los dichos de Gómez Robledo, en este pleito que ahora es del dominio público. ¿Habrá reconciliación diplomática?

 El río se llevó la Ley de Aguas


A la Ley Nacional de Aguas se la llevó la corriente, el río. Entre los legisladores y los equipos de los coordinadores parlamentarios de la Cámara de Diputados, el priísta Manlio Fabio Beltrones, el panista Ricardo Anaya y el perredista Miguel Alonso Raya, se habla de que la propuesta nomás no será aprobada, al menos en lo que resta del actual periodo ordinario de sesiones que culmina el último día de abril. Al interior del grupo de don Manlio se comenta que no hay condiciones para que el dictamen sea avalado en el periodo y menos cuando se atraviesa el proceso electoral del 7 de junio, nos mencionan. “Se la vamos a dejar a la 63 Legislatura”, se escucha en San Lázaro.

La fiesta de Cepillín


Las instalaciones del Senado siguen con la “vocación” de fiestas y eventos privados, que tuvieron su momento estelar con una celebración acompañada de mariachi y brindis del ahora senador panista con licencia Jorge Luis Preciado, candidato al gobierno de Colima. Y cuando no es una exposición, es la presentación de un libro, que lo único que tienen de parlamentario es que el particular interesado tiene entre sus amigos a un senador, y hasta homenajes a ciertos personajes. El viernes fue el momento para distinguir la trayectoria de ‘Cepillín’, un payaso de fama y trayectoria que, sin embargo, nada tiene que ver con la tarea legislativa. Las senadoras Ana Gabriela Guevara y Mónica Arriola Gordillo, anfitrionas del evento, estuvieron ausentes.

Semana perredista de guardar


Con la expectativa, que no promesa, de alcanzar una votación general de entre 12 y 16% para las elecciones del 7 de junio para la renovación de la Cámara de Diputados, el líder del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, se tomó algunos días de Semana Santa, a pesar de que en algunos estados iniciaron los preparativos de las campañas electorales. ¿A dónde va don Carlos? El dirigente viaja a Guanajuato a descansar algunos días con sus familiares, previo al arranque de la contienda a diputados federales el 5 de abril. Muy alta se puso la vara el perredista con el porcentaje, frente a otros partidos de izquierda y un Verde que acecha fuerte, nos comentan.

Manotazo de Anaya

Hubo un manotazo del mandamás Alberto Anaya, dirigente del Partido del Trabajo, a sus huestes en el Distrito Federal que andan de la greña por la alianza petista con el PRD, a la que se opone el diputado federal Adolfo Orive, un ex salinista de hueso colorado, nos dicen. Claro está, muchos militantes del partido de la estrella amarilla le traen ganas a don Adolfo; vaya, hasta quieren echarlo de las filas lo más pronto posible. Pero Anaya de plano plantó cara y dijo: “No se va”. Nos hacen notar que hubo caras largas, pero por ahora Orive sigue en las filas petistas a pesar de los pesares y los berrinches.