domingo, 15 de febrero de 2015

febrero 15, 2015
COPENHAGUE, Dinamarca, 15 de febrero.- El autor de los atentados del sábado en Copenhague, que fue muerto a tiros por la policía a las cinco de la madrugada de hoy, había salido de prisión hace dos semanas tras cumplir una parte de la condena por haber apuñalado en una estación a un joven de 19 años, sin un motivo claro, en otoño del 2013.

Según explicó hoy la policía, había nacido en Dinamarca hace 22 años y tenía antecedentes de violencia, posesión de armas y vínculos con bandas callejeras. La policía no dio a conocer públicamente su nombre pero la prensa lo identificó como Omar Abdel Hamid el Husein. Previamente, el jefe de los servicios de inteligencia daneses (PET), Jed Madsen, dijo que lo conocían y lo tenían "en la mira".


Cuatro horas antes de ser muerto por la policía, Al Husein asesinó de un tiro al guardia de seguridad de la sinagoga de Krystalgade e hirió a dos policías. Todas las acciones del terrorista tuvieron lugar en el mismo barrio, en el cual él, por cierto, vivía.


A las tres y media de la tarde, roció de balas las puertas del centro cultural y café Krudttønden, donde tenía lugar un debate sobre islam y libertad de expresión. Los agentes de inteligencia y los policías que estaban en el interior respondieron al fuego, resultando heridos tres de ellos.

Sobre la una de la madrugada, y mientras la policía le buscaba, acudió a la sinagoga. En un edificio de la parte trasera del templo se celebraba una ceremonia judía, con la asistencia de unas 80 personas. El terrorista disparó a la cabeza del guardia de seguridad Dan Uzan, de 37 años, y a dos policías que estaban cerca, que sufrieron heridas. Los líderes de la comunidad judía habían pedido protección policial la misma tarde al conocer el atentado contra el centro Krudttønden.

El terrorista logró huir de nuevo hasta que, a las cuatro de la madrugada, un taxista llamó a la policía diciendo haber visto al sospechoso, cuya descripción había sido dada a conocer por la tarde. A las cinco de la mañana era muerto a tiros cerca de la estación de Nørrebro, cuando se dirigía a un domicilio que estaba siendo vigilado.

La víctima mortal del atentado contra el café Krudttønden era un director de cine documental Finn Nørgaard, de 55 años. Pero el objetivo del terrorista eran las personas congregadas para el debate "Arte, blasfemia y libertad de expresión", al que estaban invitados el dibujante sueco Lars Vilks y el embajador francés, François Zimeray. Vilks, autor en el 2007 de un dibujo del profeta Mahoma con el cuerpo de un perro, dijo estar seguro de haber sido el blanco del terrorista.

Jens Madsen, jefe del PET, comentó que "no podemos decir nada en concreto sobre los motivos, pero estamos considerando que pudiera haberse inspirado en los sucesos de París hace unas semanas". El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, fue ayer más lejos en esta hipótesis, al señalar que, al igual que en París, hubo "primero un ataque contra la libertad de expresión, luego un ataque contra los judíos y un enfrentamiento con la policía".

En un principio se habló de dos individuos, uno de los cuales habría conducido el Volkswagen Polo en el que huyó el atacante, y que fue hallado a dos kilómetros del café un par de horas más tarde. Ahora, la policía está "bastante convencida", según declaró un inspector, de que fue uno solo, y se trata de saber si pertenecía a una célula terrorista durmiente.

Según dijo el jefe del PET ayer por la mañana, hasta ese momento no había indicios de que el terrorista hubiese tenido cómplices. Jens Madsen señaló que estaba "en la mira" del PET pero no se sabía "si había viajado a zonas en conflicto como Iraq y Siria", aunque "podría haber sido inspirado por materiales suministrados por el Estado Islámico u otros". El Consejo Islámico de Dinamarca condenó los atentados, señalando que "todas las religiones deben distanciarse de los actos de terror".

La policía dijo haber encontrado el arma larga, automática, utilizada en el primer atentado. El terrorista llevaba además varias pistolas cuando fue abatido. Un portavoz de una asociación judía que estaba en la sinagoga, Jeppe Jul, ofreció al diario sueco Dagens Nyheter un detalle extraño: el agresor parecía borracho, y vomitó en la calle antes de perpetrar su ataque. "No quiero pensar qué podría haber pasado si hubiera tenido acceso a la congregación", dijo al canal TV2 el presidente de la comunidad judía danesa, Dan Rosenberg Asmussen.

En el curso de una búsqueda de sospechosos, dos individuos fueron detenidos ayer en un café internet. También se está interrogando a testigos en los lugares en que el terrorista pudo estar desde el momento del primer ataque hasta el segundo en la sinagoga.

Uno de estos lugares es el complejo Mjølneparken, con una alta concentración de población inmigrante y cerca de la estación de tren junto a la que fue abatido el sospechoso, en el barrio de Nørrebro. El diario Ekstra Bladet informó ayer -citando a testigos presenciales pero sin confirmación de la policía- de la detención de un joven en este barrio, cerca del lugar del primer atentado. En los próximos días, la policía mantendrá una presencia masiva en Copenhague para continuar con una investigación en la que colaboran también países vecinos.

Cientos de personas acudieron ayer a la sinagoga y el centro cultural para depositar flores o encender velas en señal de duelo, entre ellas el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, además de la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, quien hizo un llamamiento a la defensa de la democracia y dijo que no se trata de una "lucha" entre el Islam y Occidente, sino "entre valores basados en la libertad individual y una oscura ideología". (lavanguardia.com / Reppublica)