martes, 24 de febrero de 2015

febrero 24, 2015
MÉXICO, 24 de febrero.- De Sacro y Profano, blog de Andrés Beltramo Álvarez.-Como reportamos en el post anterior, la Cancillería de México elevó formalmente una queja al Vaticano por el uso que el Papa Francisco le dio a la frase “evitar la mexicanización” de Argentina, en un correo electrónico que el sábado 21 de febrero le envió a su amigo y legislador por la ciudad de Buenos Aires, Gustavo Vera.
Casi 24 horas después la Santa Sede respondió a la nota diplomática enviada por el gobierno mexicano con otra nota, entregada al embajador de ese país ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer. El contenido completo de esa respuesta se desconoce, pero el portavoz papal Federico Lombardi emitió una declaración en la cual explicó el sentido de la misma. A continuación reportamos el comunicado del vocero:

La Secretaría de Estado ha entregado una nota al embajador de México ante la Santa Sede en el cual aclara que con la expresión “evitar la mexicanización” el Papa no buscaba absolutamente herir los sentimientos del pueblo mexicano, que ama mucho, ni menospreciar el empeño del gobierno mexicano en combatir el narcotráfico.

Como se sabe la expresión “evitar la mexicanización” fue utilizada por el Papa en un mail de carácter estrictamente privado e informal, en respuesta a un amigo argentino muy empeñado en la lucha contra la droga, que había usado esta frase.

La nota pone en luz que evidentemente el Papa no entendía otra cosa que revelar la gravedad del fenómeno del narcotráfico, que aflige a México y a otros países de América Latina.

Justamente por esta gravedad, la lucha contra el tráfico de drogas es una prioridad del gobierno, para combatir la violencia y volver a dar paz y serenidad a las familias mexicanas, incidiendo sobre las causas que están en el origen de esta plaga.

Se trata de un fenómeno, como otros en América Latina, por los cuales en varias ocasiones, también en otros encuentros con los obispos, el Santo Padre ha llamado la atención sobre la necesidad de adoptar a todos los niveles políticas de cooperación y de concertación.

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