lunes, 9 de febrero de 2015

febrero 09, 2015
MADRID, 9 de febrero.- Angela Merkel continuó este lunes en Washington su carrera contrarreloj para evitar un conflicto bélico a gran escala en Ucrania, en plenas entrañas de Europa. La canciller alemana se encontró en el Despacho Oval con el presidente estadounidense, Barack Obama, y le recordó que «no hay solución militar para Ucrania», un mensaje claramente encaminado a disuadirlo de armar al Ejército regular ucraniano, una opción que Obama explicitó que contempla como un recurso más «para disuadir al señor Putin» y que París y Berlín perciben como un inquietante paso más en la escalada.

En una conferencia conjunta, el presidente estadunidense, Barack Obama, dijo: "La posibilidad de una defensa letal es una de esas opciones que está siendo estudiada. Pero aún no he tomado una decisión al respecto". Merkel alertó: "Si renunciamos al principio de la integridad territorial no estaremos en condiciones de mantener el orden y la paz en Europa". (AP)

Merkel acumula con su encuentro de hoy más kilómetros en una gira diplomática que en los últimos días la ha llevado a los dos polos antagónicos del poder mundial , Washington y Moscú. La canciller busca a la desesperada que el viejo continente no se convierta de nuevo en el escenario de la lucha indirecta entre las dos superpotencias y evitar que el ucraniano, dañino pero localizado, se convierta en un incendio a gran escala.


El fantasma de la guerra a través de terceros, modelo clásico de los años de la Guerra Fría, vuelve a asomarse al solar europeo. Con multitud de informes que aconsejan que los Estados Unidos provean de armamento a Kiev para frenar el avance de los separatistas sobre la mesa del presidente Obama y con Putin enrocado en su discurso desafiante y sus críticas a Occidente, la canciller alemana, secundada por el presidente francés, François Hollande, se empeña en que unos y otros moderen sus posturas y la guerra de Ucrania, ahora de baja intensidad, no se convierta en global: «Seguimos buscando y persiguiendo una solución diplomática», repitió la líder alemana.

Con la vista puesta en Minsk

El miércoles en Minsk, Merkel y Hollande tienen previsto participar en una cumbre en la que el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, el ruso, Vladímir Putin, y los líderes rebeldes se sentarán de nuevo a la mesa de negociaciones con el objetivo de esbozar un nuevo plan de paz para la ex república soviética. El que Poroshenko logró consensuar allá por el mes de septiembre quedó enterrado bajo los cascotes de Debaltseve, Donetsk y los otros enclaves orientales donde se han recrudecido los combates en las últimas semanas.

Pero, aunque Obama mostró su respaldo a esta enésima iniciativa diplomática europea, el comandante en jefe ya estudia otras opciones con las que hacer frente a lo que califica como «agresión de Rusia en Ucrania». Figuras destacadas como la del republicano John McCain, presidente del Comité para las Fuerzas Armadas del Senado, reclaman a la Administración Obama que abandone su tibieza porque «Putin no quiere una solución diplomática». Presionado por voces como la de quien fue su rival en la carrera hacia la Casa Blanca y por los avances sobre el terreno de los rebeldes, el presidente recordó junto a Merkel que «Rusia ha desplegado una extraordinaria potencia militar» y, con la vista puesta en la cita de Minsk, advirtió de que, aunque Estados Unidos sigue buscando un arreglo político, «si la diplomacia falla, mi equipo y yo sopesaremos todas las opciones y las armas defensivas letales son una de ellas». (Guillermo D.Olmo / ABC)