martes, 10 de febrero de 2015

febrero 10, 2015
WASHINGTON D.C., 10 de febrero.- El Pentágono confirmó hoy que la rehén estadounidense Kayla Mueller no murió durante un bombardeo de Jordania contra blancos yihadistas, tal como había argumentado el Estado Islámico (EI, IS o ISIS), sino que fue ejecutada por los terroristas.

"No hay dudas. Fue el ISIS", sostuvo el almirante John Kirby, vocero del Pentágono, al ser consultado por la prensa. Kirby aclaró, no obstante, que todavía no se sabe cómo se produjo su muerte, aunque insistió en que los ataques jordanos no tienen relación con su fallecimiento.

Jordania realizó, entre el viernes y el domingo pasado, 56 bombardeos contra los yihadistas, en represalia por la ejecución de su piloto Maaz al Kasasbeh, quien fue quemado vivo tras ser capturado por miembros del grupo terrorista en Siria.

"The United States will find and bring to justice the terrorists who are responsible for Kayla’s...death." —Obama

Este martes, el presidente estadounidense, Barack Obama, confirmó la muerte de Kayla Mueller, rehén norteamericana del Estado Islámico. La Casa Blanca emitió un comunicado en el que enviaba condolencias a la familia de la joven trabajadora humanitaria. "Kayla representa lo mejor de EEUU", expresó el mandatario.


La declaración señala que Kayla "dedicaba su vida a ayudar a otros necesitados en su casa y alrededor del mundo". Detalla luego sus tareas como voluntaria en Prescott, Arizona, donde trabajó en una clínica para pacientes con sida o VIH positivo.

La joven, de 26 años y originaria del estado de Arizona, había sido secuestrada el 4 de agosto de 2013 cuando salía de un hospital en Siria. Desde entonces, la familia Mueller había guardado "silencio" para no socavar una posible liberación de la trabajadora humanitaria, cuyo nombre se hizo público este viernes.

Horas después de la confirmación, se conoció una carta que la asistente humanitaria le escribió a su familia el año pasado. En la nota revela sentirse "cerca de Dios" y pide "perdón" por el "sufrimiento causado".

Esta es la cuarta muerte de un rehén estadounidense en manos del ISIS después de las brutales decapitaciones de los periodistas James Foley y Steven Sotloff y del trabajador humanitario Peter Kassig el año pasado.

Hoy, la Casa Blanca adelantó que tiene constancia de "al menos" otro ciudadano estadounidense retenido en Oriente Medio, aunque eludió precisar el país o la identidad de sus captores. "No voy a entrar en discusiones específicas sobre los casos de individuos que están retenidos, principalmente porque no creemos que sea positivo para sus intereses discutirlos públicamente", dijo Earnest.

Podría tratarse del periodista Austin Tice, quien desapareció en agosto de 2012 a las afueras de Damasco y cuyos padres han revelado su identidad para tratar de lograr su liberación. (infobae / Repubblica)