domingo, 22 de febrero de 2015

febrero 22, 2015
Juan Acuesta Rodríguez

Desde la última parte del aguinaldo que entregó la SEGEY, se han otorgado los pagos a todos los trabajadores de manera puntual, pero ningún recibo por concepto del mismo se ha expedido, creando una incertidumbre entre todos los trabajadores transferidos o federales de esta institución, lo que ha creado una serie de rumores y versiones acerca de lo ocurrido, puesto que a ningún trabajador le ha dado la cara el señor secretario para dar una explicación correcta y concreta acerca de lo que está ocurriendo.

El Sr. Gobernador y el Sr. Secretario en una actividad. (Foto Diario de Yucatán)

Por un lado, se dice que cambiaron las homoclaves; también se dice que la plataforma elaborada por la Segey no es compatible con el programa de la Federación. Otra, que en la emisión del pago de los aguinaldos se hicieron unos descuentos de hasta de mil o dos mil pesos por trabajador, de manera indebida, y otra, que el presupuesto para tal fin ha sido manejado de manera indebida, y una más argumentando que les van a dar una clave para que ellos personalmente los bajen a través de internet en la página correspondiente.


El resultado a todo esto es que no hay recibos de pago hasta la fecha y uno se pregunta cuál es la importancia de estos recibos si los pagos se están haciendo. Pues simple y sencillamente que muchos de los trabajadores tienen préstamos, por lo que ignoran si sus descuentos se están aplicando de una manera debida. Otros, si hay algún descuento por inasistencia, la cual quizá no exista, y otros quizá para efectos de jubilación o algún trámite en el cual les soliciten dos o tres últimos recibos de pago.

El caso es que ante tal circunstancia se están emitiendo unas constancias de recibos que no tienen ningún valor más que para algún trámite y que tienen una duración hasta por tres meses. No sé qué están esperando para dar a conocer la situación real. Y que todo esto deja mal parada a la Secretaría (Secretario) y al Sindicato, que aparentemente no ha hecho nada y si lo ha hecho, ha sido a puerta cerrada.

Existe un dicho que reza "no hagas cosas buenas que parezcan malas", pero aquí parece que son más malas que buenas, y abusan de la paciencia y la calma que caracterizan al magisterio y al pueblo yucateco, con la plena seguridad de que éstos no van a reaccionar en manera de protesta, pero con seguridad, si el magisterio reaccionara haciendo paros o incluso tomando el edificio de la Secretaría, como ocurrió en el régimen del "Pato Matalote", tacharían a los maestros como revoltosos, como gente floja que no quiere trabajar, cuando en realidad están exigiendo un derecho legal que les corresponde y lo han hecho de una manera tranquila y prudente  ante las ventanillas de pago y ante sus autoridades.

Por otro lado, resulta que hasta prestaciones a las cuales tienen derecho los trabajadores por acuerdos con los sindicatos han suspendido, como es el caso de las prestaciones para lentes.

Por todas partes se pregonan los logros y los avances en la educación. Por todos lados se dice que con los apoyos que se dan a los estudiantes en Yucatán, como son la entrega de computadoras y otros conceptos, se ha logrado, si no frenar, reducir el índice de deserción en las aulas educativas, pero se han olvidado de un elemento fundamental en las aulas y en la administración, que son los maestros y los administrativos, federales en este caso, que conforman el conglomerado junto con los alumnos del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Sería prudente sugerirle a ese gran genio con que cuenta la Secretaría haga una rueda de prensa o un boletín informativo dirigido a la sociedad y al gremio magisterial. Creo que por respeto lo merecen. Pero también me pregunto si el señor gobernador está enterado de esta situación.

Es cuanto.