lunes, 12 de enero de 2015

enero 12, 2015
Dr. Hugo Laviada Molina

El joven médico dermatólogo Antonio Plascencia fue despedido la semana pasada por escribir un artículo en un medio electrónico en donde describe vínculos entre el secretario general de gobierno de Yucatán (Víctor Caballero Durán) y el fraude a cientos de ahorradores del Sistema "Crecicuentas". Antonio Plascencia prestaba sus servicios como profesional de la salud en el Centro Dermatológico de Yucatán, dependiente de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado. Es de llamar la atención la pasividad e indolencia de la sociedad yucateca (la prensa "libre", la comunidad médica, los partidos incluyendo al PAN) ante un primitivismo político ejecutado por este gobierno de "licenciados en derecho" encabezado por Rolando Zapata y Víctor Caballero. Doble tragedia, la de la represión laboral contra el médico, y la incapacidad de reaccionar de una sociedad dormida e indiferente.

Antonio Plascencia ha sido crítico de todos los partidos, incluyendo al mío, el PAN. El nivel de esta discusión se establece argumentando si en un sistema democrático y de Leyes (del que evidentemente aún estamos lejos) una persona puede escribir libremente sin verse afectado y sin represalias laborales (en este caso la represalia laboral más extrema: perder el trabajo y ser despedido).

Bajo ese hecho es claro que regresamos al paleolítico político: el caso del doctor Antonio Plascencia representa un caso que debe avergonzar a todos. Es algo que debiera estar ya muy superado en Yucatán y en México, y que deja pintiparado el nivel de gobierno de Ronaldo Zapata y de Víctor Caballero.